Tantito en broma, tantito en serio, en el mundillo político se comenta que el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó con sus papás y abuelos a los marchistas violentos y funcionó…

Esto porque la tradicional movilización que ocurre en la Ciudad de México cada 2 de octubre para recordar la matanza de estudiantes en Tlatelolco se desarrolló en relativa calma… Solo hubo desobediencia de algunos encapuchados que se dicen anarquistas, quienes arremetieron contra cristales de publicidad en paraderos de las calles del Centro Histórico… Otro grupo de esos mismos encapuchados se dedicó a realizar pintas en las paredes y lanzamiento de cohetones hacia los edificios que estaban cubiertos con grandes bardas improvisadas que protegían incluso negocios privados… Qué bueno que solo eso, dirá este jueves el presidente López Obrador en su mañanera… Y si no, ya verán ustedes, osos chismosos…