Si el presidente Andrés Manuel López Obrador no cesa en acusar de todo a los gobiernos anteriores, más pronto de lo previsto cansará al pueblo y se arriesga a que lo reciban a jitomatazos…

Las primeras señales de lo anterior ocurrieron este fin de semana durante su gira de trabajo por el estado de Oaxaca, donde hubo reclamos de una parte de la gente que logró reunir en la población de Juxtlahuaca… La todavía leve protesta surgió cuando les aseguró que ya les estaba llegado todo lo que ofrece en su semanal peregrinar y cuando escuchó la gritería, López Obrador frunció el ceño y los enfrentó… Pero con el mismo argumento, de que es consecuencia del sistema de distribución que le heredó Enrique Peña Nieto… Las cosas, pues, no son como las pinta el tigre… Y si no, al tiempo.