Ken Salazar, embajador para México designado por el presidente norteamericano Joe Biden, llega decidido a cumplir su misión, sabedor de lo difícil que será el entenderse con el presidente Andrés Manuel López Obrador…

De acuerdo con lo que captan nuestros sabuesos informativos, el diplomático gringo tiene el encargo de fijar su lucha en defensa de los intereses de sus empresarios, principalmente los que tienen inversiones en las áreas energéticas…

Pero además, don Ken también deberá atender algunos asuntos relacionados con seguridad, porque en Estados Unidos consideran que la imaginaria política de abrazos y no balazos, lejos de ayudar a lograr los índices de seguridad que requiere la estabilidad social, en todos los niveles, desató sangrientos enfrentamientos entre los grupos delincuencias monitoreados desde los satélites inteligentes norteamericanos.

Como se ve, la misión para el diplomático se contempla muy difícil, porque el rumbo sexenal de México está definido por López Obrador, lo que presagia constantes desencuentros con las consecuencias repercusiones para las relaciones entre ambas naciones vecinas…

Se cruzan apuestas…