By Paula Bertolini

Al cierre del primer trimestre del 2020, existían en América Latina 635 millones de conexiones móviles, lo que supuso una penetración del 101 por ciento. De ese total, el 51 por ciento eran conexiones 4G, cuando un año atrás la participación de esta tecnología en el total de conexiones móviles latinoamericanos era del 43 por ciento.

Los datos surgen de la edición de Region in Focus de América Latina, realizado por GSMA Intelligence, que analiza las tendencias clave del mercado en la región para el primer trimestre de 2020.

Tecnología móvil: Porcentaje sobre total de conexiones

De acuerdo con el reporte, la penetración de Internet móvil en las conexiones fue del 81 por ciento, mientras que la adopción de smartphones en la región fue de 70 por ciento.

En cuanto a los resultados de los operadores latinoamericanos en el primer trimestre, el estudio dice que los ingresos se han visto parcialmente afectados, principalmente por una disminución en las ventas de dispositivos debido al cierre de tiendas relacionadas con el confinamiento por Covid-19. Alrededor del 40 por ciento de las carteras de teléfonos inteligentes en América Latina se venden a través de este canal de distribución.

Esto fue parcialmente compensado por la mayor migración de prepago a pospago, aumentando el número de clientes de alto valor. Esto ha ayudado a los operadores a lograr una base de ingresos más estable.

Las inversiones en la infraestructura móvil de los operadores en los últimos años en la región soportaron el crecimiento de hasta un 30 por ciento en el tráfico durante los primeros meses de la crisis sanitaria. Sin embargo, según detalla la GSMA, el impacto a largo plazo de los nuevos comportamientos de los consumidores podría exigir un mayor gasto en la red (capacidad y cobertura).

El estudio también destaca que los acuerdos de intercambio de redes en la región están ganando impulso a medida que los operadores buscan optimizar mejor el gasto de capital. Esto es cierto tanto para los mercados grandes como para los pequeños (como en Perú), que se están dando cuenta de los beneficios potenciales en términos de costos y cobertura acelerada de áreas de difícil acceso.