Por Violeta Contreras García

(dpl) Para el año 2026, la consultora IDC proyecta que el mercado de infraestructura inalámbrica privada 4G y 5G valdrá 8 mil 300 millones de dólares, lo que supondrá un incremento anual de 35.7 por ciento.

En el próximo lustro, se espera observar una adopción de soluciones LTE privadas y una esperada evolución en el despliegue de 5G, con más organizaciones y empresas invirtiendo en este mercado.

Las perspectivas incluyen las ganancias por cualquier red celular basada en los estándares de 3GPP, implementada por alguna empresa de una industria vertical.

Por ejemplo, hardware y software dedicado, banda ancha móvil mejorada, sensores de Internet de las cosas (IoT) y aplicaciones ultra confiables y de baja latencia.

Patrick Filkins, gerente de investigación de IoT e Infraestructura de Redes de Telecomunicaciones de IDC, explicó que “la mayor demanda de soluciones inalámbricas dedicadas o privadas que puedan ofrecer mayor seguridad rendimiento y confiabilidad continúan pasando a primer plano, ya que tanto las aplicaciones actuales como las futuras, particularmente las del sector industrial, requieren más de su infraestructura de red y borde”.

Durante 2021, los ingresos del mercado inalámbrico privado LTE y 5G fueron de mil 700 millones de dólares. La perspectiva para los años siguientes mejorará gracias a los avances en el desarrollo de estándares 5G, la disponibilidad de más espectro radioeléctrico y un mayor número de dispositivos compatibles.

IDC señala que 4G sigue siendo el generador de ingresos predominante, pero los nuevos productos y servicios 5G están aumentando su disponibilidad y demanda a medida que el mercado evoluciona alrededor del mundo.

Por ahora, la mayoría de proyectos de infraestructura inalámbrica privada 5G se encuentra en fase de prueba o en implementación precomercial. Para el año 2026, se espera que el interés por las soluciones de quinta generación sea más tangible.

En sectores como el manufacturero, el almacenamiento y otras industrias, la adopción de 5G privado “sigue en su infancia desde una perspectiva de tamaño de mercado”; no obstante, “el apetito y el interés por lo que puede ofrecer es muy real”, destaca la consultora.

Grandes empresas multinacionales están apostando por esta tecnología en diferentes países e industrias. En febrero de este año, Vodafone instaló una red privada 5G no comercial en el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, donde la red sirve para la validación de vehículos autónomos y conectados.

Telstra y Ericsson desplegaron en enero una red 5G privada para AgriFood Connect, una organización australiana que busca aplicar tecnologías emergentes a la industria agrícola y la manufacturera. Nokia y Orange también implementaron una red privada 4G/5G en la planta de Schneider Electric en Le Vaudreuil, Francia, a mediados de 2021.

Y en América Latina, Claro Chile y Nokia desplegaron una red privada LTE en la mina Gold Fields Salares Norte, con el fin de acelerar la digitalización y automatización de los procesos operativos de monitorización, prevención de accidentes, excavación, perforación, maquinaria, tecnología remota y comunicaciones confiables.

Incluso empresas tecnológicas se están diversificando y apuestan por el mercado de redes privadas. En diciembre del año anterior, por ejemplo, Amazon Web Services lanzó AWS Private 5G, un nuevo servicio que busca facilitar la implementación y administración de redes privadas LTE y 5G.