Por Violeta Contreras García

(DPL NEWS) Todas las grandes potencias mundiales quieren asegurarse una rebanada del pastel que es el mercado de semiconductores. La escasez mundial acontecida durante la pandemia de la Covid-19 les mostró la necesidad de fortalecer su competitividad en la producción de chips.

Algunos gobiernos y corporaciones han anunciado abultados paquetes de incentivos e inversiones para la producción de semiconductores, pues consideran que se trata de una pieza clave en la carrera tecnológica global. Y nadie quiere quedarse al último.

El 9 de agosto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó la Ley de Ciencia y CHIPS (Creating Helpful Incentives to Produce Semiconductors), mediante la cual el gobierno dispone de fondos por 52 mil millones de dólares para impulsar la producción de chips en el país, en respuesta a la escasez de este componente y para ganar ventaja frente a su principal competidor tecnológico, China.

Casi al mismo tiempo, el fabricante Micron dijo que invertiría 40 mil millones de dólares hacia 2030 en la fabricación de semiconductores dentro de Estados Unidos, aprovechando los subsidios y créditos aprobados por el gobierno de Biden.

Qualcomm acordó gastar 4 mil 200 millones de dólares para la producción en las instalaciones de GlobalFoundries, lo cual eleva su compromiso de desembolso a 7 mil 400 millones para 2028.

Intel prometió en enero de 2022 gastar 20 mil millones de dólares para la inauguración de una nueva planta de fabricación en Ohio, y dijo que su apuesta podría subir hasta 100 mil millones. Esta inversión es importante porque alrededor de la mitad de la rebanada que hoy tiene Estados Unidos en el mercado global es gracias a esta compañía.

Se estima que China destinará 150 mil millones de dólares para invertir en semiconductores, provenientes tanto de fondos nacionales como locales, para 2030.

Las empresas chinas también han lanzado fuertes planes de inversiones para los próximos años. SMIC, el principal fabricante del país, está invirtiendo 8 mil 900 millones de dólares para instalar una planta de chips en Shanghái.

Wingtech Technology también está instalando una fábrica enfocada en los semiconductores para automóviles en el país, y además cerró la compra de la planta de chips más grande de Reino Unido a través de su filial Nexperia.

La Comisión Europea presentó en febrero su ley de chips que contempla movilizar 48 mil millones de dólares para promover las inversiones en semiconductores hacia 2030.

Luego del anuncio de Bruselas, Intel se comprometió con una inversión por 36 mil millones de dólares para impulsar la fabricación de chips en la región durante la próxima década. La compañía desembolsará el capital para construir dos nuevas fábricas en Magdeburg, Alemania; crear un centro de investigación y desarrollo en Francia; e invertir en investigación y fabricación en España, Italia, Irlanda y Polonia.

STMicroelectronics y GlobalFoundries dijeron en junio de 2022 que construirán una fábrica de semiconductores en Francia con un valor de 5 mil 700 millones de dólares. Las compañías tendrán apoyo financiero del gobierno para impulsar la producción de chips.

Corea del Sur, uno de los dos países que concentra la producción global de este recurso, presentó en mayo de 2021 un plan de inversión por 450 mil millones de dólares para impulsar este sector.

Samsung Electronics liderará un desembolso por 151 mil millones y Hynix se comprometió a gastar alrededor de 97 mil millones de dólares. Las compañías buscan inyectar recursos a la investigación y producción de los semiconductores hacia 2030, especialmente pondrán énfasis en el desarrollo de chips lógicos, un área en la cual el país se ha quedado atrás. El plan de inversión del gobierno surcoreano incluye, además, otras 151 empresas.

Taiwán, el otro campeón mundial en la fabricación de semiconductores, también está incrementando su capacidad de producción para mantenerse como líder. Los fabricantes de Taiwán lanzaron una ola de inversión por alrededor de 120 mil millones de dólares.

De acuerdo con Nikkei Asia, el fabricante TSMC se encuentra edificando 20 nuevas plantas en toda la isla. Desde marzo de 2021, la compañía anunció una inversión de 100 mil millones de dólares para aumentar su capacidad de producción.

Además, TSMC gastará en edificar una planta en Phoenix y otra en Arizona, Estados Unidos, al igual que una en el sur de Japón.

La taiwanesa GlobalWafers construirá una planta de semiconductores en Texas, con una inversión de 5 mil millones de dólares.

MediaTek, también de Taiwán, creará un centro de investigación en asociación con la Universidad de Purdue, en el estado de Indiana, EE.UU.

Uno de los motivantes de estas inversiones es que las empresas y el gobierno de Taiwán buscan disipar las preocupaciones de Estados Unidos por su dependencia de las importaciones provenientes de este territorio, frente a las posibilidades de que China intente invadir Taiwán.

Así, los grandes jugadores globales en el mercado de chips están moviendo sus piezas en el tablero de juego para asegurar su competitividad y liderazgo, en el caso de Corea del Sur y Taiwán, por ejemplo, mientras que otros, como Estados Unidos y Europa, quieren aumentar su participación en el mercado para ganar soberanía tecnológica en medio de la escasez de este recurso.

Save
Cookies user preferences
We use cookies to ensure you to get the best experience on our website. If you decline the use of cookies, this website may not function as expected.
Accept all
Decline all
Analytics
Tools used to analyze the data to measure the effectiveness of a website and to understand how it works.
Google Analytics
Accept
Decline
Unknown
Unknown
Accept
Decline