By Carolina Valdovinos

El viaje diario que se realiza del hogar al centro de trabajo podría ser una de las causas más importantes en la propagación de enfermedades en entornos públicos, así lo afirmó un reciente estudio realizado por investigadores de Singapur y Suiza, en coautoría con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Utilizando datos de teléfonos móviles, el estudio rastreó la propagación del Dengue, un virus transmitido por mosquitos en Singapur entre 2013 y 2014, encontrando datos de contagio en distancias y tiempos más cortos.

Emanuele Massaro, científico del Laboratorio de Relaciones Humano-Medioambientales en Sistemas Urbanos (HERUS) del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Lausana, autor responsable del documento que describe los resultados del estudio publicado en la revista Nature Scientific Reports, bajo el nombre de Evaluación de la interacción entre la movilidad humana y las enfermedades transmitidas por mosquitos en entornos urbanos, señaló: “La movilidad humana es un factor importante en las epidemias de enfermedades transmitidas por vectores en las escalas urbanas”.

Los investigadores examinaron cómo los distintos modelos de movimiento humano encajan con la propagación del dengue; la fiebre del dengue se transmite de los mosquitos a las personas y no de humano a humano.

Los cuatro modelos utilizados usaron datos sobre el número estimado de mosquitos por humano y la tasa de picadura de mosquito.

El primer modelo utilizó registros de llamadas anónimos para 2.3 millones de personas en Singapur desde 2011, mostrando un patrón típico de movimiento de población; el segundo modelo, por el contrario, asumió un movimiento aleatorio; el tercer modelo usó una distribución de probabilidad común para estimar el movimiento diario de las personas; y el cuarto modelo utilizó datos del censo que mostraban las ubicaciones de los hogares, luego aplicó un paradigma de movimiento urbano desarrollado previamente por académicos (un “modelo de radiación”) para estimar los viajes en Singapur.

Los académicos descubrieron que dada la cantidad de mosquitos y tasas de infección, dos de los cuatro modelos (el que usó datos móviles y el modelo de radiación), tuvieron mejor rendimiento.

Los resultados se compararon semanalmente, los dos mejores modelos tuvieron puntajes por debajo del punto ocho.

“Tal investigación es muy necesaria, a la luz de las crecientes advertencias de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud y la publicación del Índice Global de Seguridad Sanitaria el mes pasado […] que muestra que muchos países tienen debilidades en su capacidad para prevenir, detectar y responder a brotes de enfermedades “, observó Carlo Ratti, director del Senseable City Lab en el MIT y coautor del estudio.

El estudio fue financiado por el Laboratorio HERUS en la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne, la compañía suiza Mobiliar, la ENAC Exploratory Grant 2018, el Centro de Investigación del Hábitat en la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne, y el MIT.