By Paula Bertolini

Mejorar la infraestructura digital debería ser fundamental para la política nacional de TIC, lo cual ayudaría a las recuperaciones económicas nacionales y a mejorar la resiliencia. Pero la misma fórmula no sirve para todos los países, pues hay que tener en cuenta las fortalezas de cada nación, las realidades económicas y tecnológicas.

Así lo menciona el estudio de política económica digital global Think differently, think archetype, your digital economy model, realizado por Huawei y la consultora Arthur D. Little. El informe presenta un novedoso enfoque para la transformación digital y proporciona una guía de políticas aplicables a todos los países.

Acelerar la transición a una economía digital impulsará el crecimiento industrial y la productividad, mejorará el bienestar social y beneficiará a los consumidores a través de ahorros en costos y tiempo. De acuerdo con el estudio, las naciones necesitan desarrollar caminos de creación de valor digital que se alineen con sus arquetipos más adecuados, aprovechando sus fortalezas inherentes, pero teniendo en cuenta sus realidades económicas y tecnológicas.

Por eso, el informe define siete arquetipos, diseñados para actuar como un modelo de referencia que los países pueden adaptar en función de su situación actual: centros de innovación, prospectores eficientes, potencias de servicio, fábricas globales, centros de negocios, clientes de TIC y principiante de las TIC.

Cada uno difiere en su presencia o dominio en el paso de la cadena de valor de las TIC. Según el estudio, la importancia de las políticas de economía digital varía fundamentalmente entre los arquetipos y se deben considerar diferentes combinaciones de políticas para diferentes arquetipos. Los formuladores de políticas deben plantear políticas, leyes y regulaciones en cuatro dimensiones de políticas interrelacionadas: tecnología, capacidades, ecosistema e industria, ya que éstas son las fuerzas impulsoras que sustentan la transformación digital nacional.

“La identificación del arquetipo de un país ayuda a adaptar las recomendaciones para las políticas de economía digital para garantizar que estén mejor alineadas con sus necesidades. También hemos desarrollado una herramienta para identificar más de 200 arquetipos de países/regiones como parte de este estudio”, sostuvo Kurt Baes, socio de Arthur D. Little.