Lo que pasó en un cuartel cercano a Iguala
El 20 enero pasado se difundió en la red social Facebook el siguiente diálogo con interesante contenido informativo entre los colegas Joaquín Martínez-Chavarría y Julio Villarreal Arreola.
Todo comenzó cuando el primero escribió breve comentario a título personal con lo siguiente: “43. A nuestro ejército: Se le acercó, desmembró, ocupó, consintió... Ahora… LA IMPLOSIÓN.
A esto, el experimentado periodista Julio Villarreal Arreola respondió casi inmediatamente y aprovechó para dar a conocer cosas muy interesantes ocurridas en el caso Ayotzinapa. A continuación, el texto periodístico íntegro de inapelable valor social.
“Don Joaquín Martínez- Chavarría: Tal vez con su mensaje en clave se refiere usted al drama de Iguala. De ser así, me permito sugerirle que se asome algún día al resumen del expediente respectivo, elaborado por la CNDH, cuya colaboración en la exhaustiva investigación llevó a redactar MAS DE UN MILLÓN DE FOJAS donde se explica lo que se considera que sucedió en 2014. En un cuartel cercano a Iguala, aquel día, 26 de septiembre, sólo había un pequeño número de militares, de guardia.
Una pipa fue volcada accidentalmente en una carretera lejana y el grupo salió temprano, protegió a civiles (la carga era NITRATO DE AMONIO, sustancia que podía estallar en cualquier momento) y volvió cerca de medianoche a Iguala, cuando la tragedia casi ya no estaba desarrollándose.
Varios estudiantes estaban escondidos en una clínica, uno de ellos presentaba un balazo en la mejilla y se desangraba. Los soldados llegaron a la clínica porque se decía que "había hombres armados ocultos". Finalmente, los militares avisaron a la Cruz Roja.
El grupo militar de guardia nada tuvo que ver en la agresión, secuestro y presunto asesinato de los "43", 3 de los cuales ya fueron identificados por su ADN en Innsbruck, Austria.
Como se comprende, el "Ejército" al que usted se refiere no acercó, ocupó, consintió y menos "desmembró" a ningún normalista. Creo que usted no simpatiza con el Ejército Mexicano y nadie puede criticarlo por ello.
Pero, si su mensaje efectivamente se refiere a la tragedia de Iguala (no de Ayotzinapa), debe tener pruebas que podría aportar a la Fiscalía General de la República, que acaba de exonerar al general Salvador Cienfuegos Zepeda, quien, cuando fue titular de la Sedena, se negó rotundamente a que unos "expertos" argentinos interrogaran a elementos del cuartel que mencioné, no para asegurar la impunidad de esos elementos, sino porque nuestras leyes no permiten la intromisión extranjera en esos asuntos.
Si su publicación no está relacionada con este caso, le suplico que disculpe mi torpe aclaración y siga usted disfrutando, como siempre, de sus recuerdos de juventud y la promoción de sus fotos familiares. Saludos”.
Esta respuesta motivó a Martínez-Chavarría, quien respondió: “Gracias don julio. Quiero, respeto y admiro a nuestras fuerzas armadas. Siempre, desde mi civilidad he estado y estoy de parte de la expresión, por el HONOR de México.
“Debo corregir mi conducta. No debo escribir en clave y mucho menos enojado. Quise compartir con mis amigos la actitud taimada como se viene tratando a nuestro cuerpo Nacional. Lo saludo con afecto
Con la misma generosidad y cordialidad contestó Villarreal Arreola: “Don Joaquín: Agradezco su respuesta, de alto nivel cultural. Y le ruego que comunique a sus amigos que comparto plenamente su admiración y respeto por nuestras fuerzas armadas. No es mi intención "defender" al general Salvador Cienfuegos Zepeda, nunca lo ha necesitado.
“Pero quise enfatizar que sus enemigos no están en la DEA, sino en México. El llamado "comandante supremo" supo QUINCE DÍAS antes del famoso arresto en Los Ángeles, que la DEA tenía en la mira al militar y NO LE ADVIRTIÓ, según mi modesta interpretación.
De nada sirvió esa formal confidencia diplomática, fue la embajadora Martha Bárcena Coqui (quien para mí se jubiló "prematuramente", obligada por las circunstancias) quien personalmente dijo en Palacio Nacional el grave asunto de Cienfuegos.
Por la detención y ANTES de cualquier aclaración se dijo que se haría UNA LIMPIA en la Sedena y que los presuntos colaboradores "en su caso, serían consignados ante la autoridad competente, ante esa PRUEBA INEQUÍVOCA de corrupción".
Diplomáticamente se solicitó y obtuvo la liberación del general Salvador Cienfuegos Zepeda. Marcelo Ebrard comentó que "sería casi un suicidio NO PROCESAR en la Fiscalía General de la República al personaje liberado".
La investigación de la DEA tomó años...la FGR exoneró a Cienfuegos en dos meses. La extraña decisión fue escandalosamente criticada y el doctor Alejandro Gertz Manero acaba de sufrir la implosión que usted menciona, a grado tal que perdió los estribos y "coloquialmente" denunció que "le quieren dar en la madre" y que por "ahora no calificará de pendejos a los investigadores de la DEA".
Es obvio que la agresión no viene de Estados Unidos, pues el fiscal denunció el permanente ataque a LA AUTONOMIA de la FGR. En fin, esa es una política de alto nivel que no comprendo, pero intuyo que la inquietud del doctor Gertz es contra Marcelo Ebrard, a quien muchos ven como primer lugar en las aspiraciones presidenciales del 2024.
Marcelo Ebrard no ha respetado aquello de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se autonombró "vocero único del caso Cienfuegos" y por algo citó, en Palacio Nacional, durante una mañanera, su comentario del "suicidio político que sería no procesar en México a Salvador Cienfuegos".
Ebrard supo desde el principio que el doctor Gertz Manero tendría que lidiar jurídicamente con el espinoso asunto y lo puso entre la espada y la pared, aprovechando la influencia que parece tener en Presidencia y Relaciones Exteriores.
Una vez más me disculpo por hacerlo leer mis tonterías y lo felicito por su reacción hacia las fuerzas armadas, a las que debemos tanto que no alcanzamos plenamente a entenderlo. Saludos”.