*No hubo gobierno funcional en el sexenio
La debilidad del Estado frente al embate del crimen es manifiesta, además de que se ha puesto en riesgo la propia gobernabilidad.
En estos seis años no hubo un gobierno funcional y moderno que diera respuesta efectiva a las necesidades ciudadanas.
Se careció de una visión estratégica y el Gobierno renunció a erigirse como generador y articulador de políticas públicas eficaces, configurándose como un gobierno obeso, sin rumbo y con escasos resultados.
En este sexenio han sido detenidos 27 mil menores de edad y la tasa de desocupación juvenil se ha duplicado al pasar de 4.8 por ciento en 2001, a 10 por ciento en 2010, lo que representa más de 7 millones de jóvenes que no estudian y no trabajan.