*Voy por Los Pinos como candidato independiente
El miércoles solicité licencia al cargo de diputado federal, para dedicarme de tiempo completo a mi campaña, en este proceso electoral federal de 2012.
He tomado la decisión y para postularme como candidato a la Presidencia de la República, para esta contienda electoral como candidato independiente.
He llegado a esta decisión después de un análisis y conclusión de que el país está en crisis, los partidos políticos y el sistema político está en crisis y que México, pues está en crisis. Si hubiera alguna manera de describir esta crisis, parafraseando a Bill Clinton cuando dijo que “era la economía, estúpido”, diría yo: es la política: estúpido, para efectos de este país.
He analizado los posicionamientos de los tres aspirantes a la presidencia de la República, por las tres principales fuerzas políticas y en este contexto he visto que los tres precandidatos tienen en común que comparten convicciones de liderazgo que no ofrecen nada a lo que requiere el país en estas circunstancias de crisis que se viven.
Los tres van volteando al pasado, mientras el país demanda que se voltee al futuro; presumen o señalan lo que han hecho, pero no nos dicen lo que se tiene que hacer de cara al futuro en México, no tienen, pues, visión de futuro.
Lo dijimos desde el primero de septiembre en la instalación de esta legislatura, en el 2009, México tiene prisa y señalábamos esto en virtud, precisamente, del famoso bono demográfico del que se hace mención, que si no hacemos lo que tenemos que hacer los mexicanos, en lugar de bono demográfico se convertirá en el lastre demográfico. La partidocracia todo indica que cuando el país tiene prisa, la partidocracia no tiene prisa.
También vemos que estos principales representantes de la partidocracia tienen una visión paternalista del país y los tres se presentan como salvadores del mismo, presentándonos, precisamente, una visión de paternalismo, que le ha hecho un gran daño al país, porque el paternalismo, genera dependencia, mientras que la subsidiaridad genera independencia.
El mexicano no quiere autoritarismo que busque que el país se convierta en una inmensa cárcel, donde el presidente sea el carcelero; pero tampoco quiere paternalismo, donde quieren convertir al país en una gran guardería infantil.
No, no andamos buscando los mexicanos ni al niño dios, ni al abnegado y paternal señor san José, ni mucho menos andamos buscando la rencarnación de la virgen María, que quiere convertirse en nuestra protectora, como dijo ella que protegía a sus hijos. No, los mexicanos queremos ser tratados por nuestros gobiernos con respeto y como mayores de edad.
Los tres aspirantes de las principales fuerzas políticas también han dejado constancia de que esta partidocracia le tiene miedo a los ciudadanos libres, lo vimos de manera reciente, cuando en esta Cámara se discutió la reforma política, pero también lo vimos en los nombramientos de muchos de los candidatos para este proceso electoral.
La diferencia entre los países desarrollados y los países subdesarrollados, es que los países subdesarrollados han querido fincar su desarrollo en la explotación de recursos, mientras que los países desarrollados entendieron que tienen un recurso que no admite ser explotado.
El mexicano no quiere ser explotado, el mexicano quiere, precisamente, para dar lo mejor de sí, explotarse a sí mismo, que no es otra cosa que darle su libertad, el mexicano en esta gran crisis de credibilidad que se vive necesita creer en sí mismo, pareciera que es el joven, que tiene un gran potencial de capacidades, pero su padre toda la vida le dijo que no servía y hoy, precisamente, lo que requiere el mexicano es creer en sí mismo y éste es el planteamiento esencial que les venimos a hacer, contrastando radicalmente contra los planteamientos que nos vienen haciendo esos tres aspirantes.
Los tres ven al pasado, nosotros planteamos que urge en México ver al futuro; los tres se presentan como salvadores del país y eso es mentira, nadie nos va a salvar y nadie va a hacer por los mexicanos lo que no estemos dispuestos a hacer por nosotros mismos.
Tampoco estos tres han planteado un miedo a la ciudadanía libre y nosotros venimos a hacer una invitación a los ciudadanos libres, precisamente porque así como Maquío, mi padre, abriera un boquete al sistema, el sistema monopólico de partido que existía, hoy es necesario hacerle un nuevo boquete al sistema, para abrir un nuevo, precisamente, boquete a este sistema de oligopolio de partidos, que hemos dado llamar la partidocracia.
Y esto lo lograremos a través de las candidaturas independientes, generando un gran movimiento que busca empoderar al ciudadano; marcar a su vez una agenda de futuro para el país, entendiendo lo que nos dice del desarrollo Amartya Sen: el desarrollo es la ampliación de las libertades y a su vez la ampliación de las libertades el mejor camino para lograr el desarrollo.
Y, finalmente, el planteamiento que hacemos y que llamamos a los mexicanos a sumarse, es cambiar el paradigma del mexicano que nos vendió el viejo régimen; nosotros creemos en el mexicano y creemos que ese nuevo mexicano formará al nuevo México, no tendremos un país de primer mundo si los mexicanos no estamos dispuestos a hacer ciudadanos responsables a nivel de primer mundo.
Con esto, precisamente, nos atrevemos a concluir diciendo que el México que buscamos es un México solidario y subsidiario, pero también independiente, ni egoísta, ni paternalista, por lo que entonces hacemos el llamado a la verdadera solidaridad, que implica que los problemas de otros son en alguna medida también problemas nuestros y por lo tanto reclamamos a la clase política que se ha divorciado de la sociedad.
Igualmente, pensamos y creemos en la subsidiariedad como la antítesis del paternalismo castrante, en el que nos formó el viejo régimen, para cerrar entendiendo esta subsidiariedad como lo planteara Abraham Lincoln en su momento, cuando decía que “no se puede ayudar a la gente haciendo permanentemente por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos”.
Con esto, les comunicamos que iniciaremos próximamente, con nuestro registro, cuando se abran formalmente estos periodos por parte del Instituto Federal Electoral y daremos la pelea en la contienda por la Presidencia de la República.