*Incontrolable roya del café
En 1981 cuando apareció por primera vez en México la roya del café en la zona fronteriza con Guatemala, los caficultores nacionales estaban preparados para enfrentar el problema, de tal suerte que este hongo no tuvo los efectos negativos esperados.
Sin embargo, en el 2012 se presentó un nuevo brote con características más agresivas, el cual ha generado los conocidos y muy graves daños a la producción de un cultivo de gran consumo interno y altamente representativo a nivel internacional.
Tan solo los niveles de exportación, antaño competitivos, en este 2015 han caído un 43 por ciento.
Desde hace tres años se han perdido más de 437 mil empleos, ante la negativa de las autoridades Federales de atender el rebrote de la Roya del café en estados como Chiapas, Veracruz, Puebla o Guerrero.
Asimismo, las pérdidas económicas de los productores de café podrían ser mayores a los siete mil millones de pesos tan sólo al cierre del actual ciclo, en el cual la cosecha difícilmente alcanzará los tres millones de sacos.
Sin lugar a dudas, estamos ante un grave problema que ha afectado de manera muy severa varios campos de acción. Resulta inconcebible que lleguemos a estos niveles de desastre agroeconómico, con el vacuo argumento de que este hongo está presente en México desde hace tres décadas.
Por lo que la nula acción de las autoridades fitosanitarias del país traerá consecuencias mucho más graves que las vistas hasta ahora, a pesar del sistema de alerta que significa contar con el Programa de Vigilancia Epidemiológico Fitosanitario del Cafeto.
Basta recordar los efectos de hace menos de dos años en la producción y comercialización del limón por la plaga conocida como Dragón amarillo, cuyas mermas en la producción generó alzas generalizadas en los precios de diversos productos de consumo básico, no solo en dicho cítrico.