*Nuestro mundo es más rico que hace 25 años

La agenda 20-30 nace de la confluencia de varios procesos internacionales en los que han intervenido los gobiernos, la academia y la sociedad civil, y el diagnóstico colectivo arroja la necesidad de una agenda ambiciosa y compleja, con respuestas integrales.

Crecer económicamente no es sinónimo de bienestar para todas las personas.

Nuestro mundo es más rico que hace 25 años, pero nuestras sociedades son más desiguales que nunca, y las más afectadas son las mujeres desde el punto de vista económico, de acceso a derechos y gestión de poder.

El crecimiento que se ha dado en el mundo se ha dado a costa de deteriorar el medioambiente, nuestro modelo de desarrollo es insostenible y nuestros recursos naturales son limitados.

La puesta en práctica de esta agenda exige cambios muy profundos en la economía, en la política, en la cultura y en los hábitos de vida, en nuestra relación con la naturaleza.

El futuro acuerdo debe reducir la desigualdad, pues por ejemplo, México es uno de los países que distribuye de manera desigual la riqueza.

Además, un elemento clave en la construcción de los ODS son los derechos humanos, debemos exigir que se consideren un pilar fundamental de este acuerdo.