*Cruel persecución religiosa en México

México no debe ser una nación intolerante en materia religiosa, pues la Constitución reconoce el respeto absoluto a la libertad de creencias.

De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Secretaría de Gobernación (Segob), hay más de 225 casos de intolerancia y discriminación religiosa ocurridos en México durante los últimos cinco años, que van desde el asesinato hasta la expulsión de niños de escuelas, amenazas, robos, despojos, violaciones de mujeres, privación ilegal de la libertad y otros que quedan en la impunidad.

En 2003 el gobierno mexicano aceptó una serie de recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que reconoce la figura de desplazados internos, pero desafortunadamente no se ha hecho nada.

Se calculan 29 mil 200 probables desplazados internos, pero la cifra oficial actual es de nueve mil 925, por lo que es necesario que el Poder Legislativo actúe con reformas al marco jurídico en donde se retome la recomendación de la ONU e incluir el concepto de desplazados internos.

Por ello es necesario construir una verdadera laicicidad en la educación, si bien es cierto que la enseñanza pública debe ser laica, en la práctica no siempre es así, ya que bajo el argumento de tradiciones, a las y los niños se les obliga a participar en actos totalmente religiosos, como las ofrendas de muertos o fiestas patronales.

Este es un tema que atenta contra la libertad de culto, ya que en caso de que los estudiantes no participen reciben sanciones en sus calificaciones o son expulsados de los planteles, de ahí que se debe trabajar con las secretarías de Educación, federal y estatales, para evitar este tipo de actos que atentan totalmente contra la libertad religiosa.