*Aprobamos un presupuesto que necesita el país
El presupuesto público constituye la principal herramienta con que cuenta el gobierno para cumplir con su obligación de garantizar estabilidad económica y generar bienestar social a la población, así como disminuir las desigualdades entre los habitantes y las regiones.
Entendemos que este es un presupuesto posible, más no el presupuesto deseable. Reconocemos que la coyuntura actual no es favorable, los precios internacionales del petróleo no sean recuperados, y esto representa un reto para las Finanzas Públicas del país.
Sabemos que la reorganización del gasto público es un proceso que enfrenta diversos retos e inercias. La disminución del gasto corriente propuesto es el primer paso para una administración pública más esbelta.
Sabemos que es un presupuesto que recoge el compromiso de mejorar la calidad del gasto y hacer un uso responsable de los recursos públicos, en medio de un panorama totalmente complicado. En este sentido, asumimos el compromiso de legislar responsablemente y aprobarlo para dar continuidad a la estabilidad macroeconómica de la nación.
Con respecto a las asignaciones hacia el sector educativo, consideramos que permitirán avanzar en la implementación de la Reforma Educativa, mediante los programas que fortalezcan y coadyuven a mejorar la educación en todo el país, garantizando su calidad y equidad.
Convirtiéndola en un verdadero factor de movilidad social.
Los retos del sector salud son cuantiosos, los recursos que se prevén para el sector salud cubren las principales necesidades en esta materia.
Entendemos que aún no son suficientes para garantizar el derecho pleno de todos los mexicanos a la salud, pero reconocemos el esfuerzo que se ha hecho en este rubro para potenciar los programas que mejoren la calidad de vida y salud de los ciudadanos.
Por otro lado, es destacable el incremento presupuestal a la Protección Social. El presupuesto aprobado, en gran medida podrá atender las demandas de la sociedad, a fin de equilibrar las desigualdades.
Sabemos que propiciar la igualdad no significa únicamente proporcionar recursos a quienes no los tienen, sino aplicar los recursos de manera focalizada en programas que intensifiquen las acciones para atender eficaz y oportunamente las demandas de la población e impulsar el desarrollo social.
En este sentido, el presupuesto que aprobamos cumple el cometido de designar los recursos a programas de desarrollo social que permitan cubrir las necesidades de la ciudadanía, privilegiando la inversión en el combate a la pobreza.