*Crece consumo de alcohol en México

El consumo de bebidas alcohólicas crece de manera alarmante en nuestra población. sobre todo en jóvenes de entre 14 a 29 años, por eso es importante que los padres de familia vigilen el comportamiento de sus hijos cuando acuden a fiestas, especialmente los fines de semana que es cuando se reúnen con sus compañeros y compañeras o amigos, donde se consumen grandes cantidades de alcohol hasta llegar a la embriaguez.

Estudios recientes demuestran que el consumo es de 50% en hombres y 50% en mujeres adolescentes. La población juvenil es la más vulnerable pues la publicidad juega un papel preponderante ya que diversa publicidad va fuertemente encaminada a este sector o a este nicho de mercado.

Además es necesario que la Secretaría de Salud y las autoridades sanitarias vigilen que las ventas de bebidas  alcohólicas al público esté controlada pues la venta de alcohol adulterado está proliferando en los eventos masivos llamados "barras libres" y en bebidas ya preparadas de importación que dicen ser de cierta calidad  y marca resultando ser bebidas similares.

El sustituir la denominación del programa contra el alcoholismo por el de la prevención, reducción y tratamiento del uso nocivo del alcohol y el de niñas y adolescentes, obreros y campesinos, menores de edad y grupos vulnerables es correcto en virtud de que todos los seres humanos estamos expuestos al consumo de alcohol por diversos factores, evitando la estigmatización que en este momento significa vendiendo con ello a su generalidad, debiendo destacar que  la preocupación del consumo excesivo de bebidas alcohólicas se generan en el ámbito familiar como consecuencia de tensión familiar, violencia intrafamiliar, distanciamiento afectivo o escaso vínculo afectivo con la familia, la pérdida de respeto, falta de comunicación, falta de alternativas para aprovechar el tiempo libre, la limitación de estereotipos familiares, la falta de supervisión y una disciplina inconsistente por lo que corresponde en el ámbito, falta de los medios adecuados para una mejor inserción social.

Por lo anterior, estamos de acuerdo en que la Secretaría de Salud y las entidades federativas establezcan un programa eficaz, eficiente y cuantitativo  que realmente prevenga e incida en la reducción del consumo del alcohol especialmente a los jóvenes y niños.

Debemos de señalar que el consumo de alcohol es una enfermedad adictiva que necesita tratamiento, que los enfermos tienen derecho a los programas de prevención, detección temprana, diagnóstico oportuno, tratamiento y rehabilitación del individuo, esto es tutelar y proteger el derecho fundamental a la salud.