*Salvemos a los indígenas y su patrimonio
La identidad de los pueblos indígenas es nuestra esencia y legado. Salvaguardar nuestras culturas e identidades ancestrales, como son la forma en que vestimos, nuestros dialectos y tradiciones, es nuestro derecho inalienable.
Los pueblos indígenas representamos una gran diversidad: 370 millones de personas aproximadamente, constituidos en más de 5 mil grupos distintos, distribuidos en 70 países.
Tan sólo en América Latina somos más de 400 grupos. Cada uno con nuestra propia lengua y cultura. Mientras que en México somos alrededor de 68 pueblos indígenas, los cuales representamos cerca de 11 millones 132 mil 562 habitantes.
Las mediciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social revelan que de los 11 millones de indígenas, alrededor del 72 por ciento se encuentra en pobreza, y el 0.6 por ciento en grado extremo.
La marginación histórica que hemos enfrentado, y la falta de protección jurídica generan constantes violaciones a nuestros derechos y nuestra riqueza cultural.
Estamos comprometidos a impulsar la reivindicación y salvaguarda de sus derechos, así como fomentar la preservación de nuestra cultura. Reconocemos nuestros orígenes como pueblo y como nación.
Como indígena, como mexicana, hago uso de esta Tribuna para presentarles una iniciativa que busca proteger el patrimonio cultural de los pueblos originarios.
Si bien la Constitución reconoce los derechos de los pueblos y comunidades indígenas y, para ello, se han creado diversas leyes en la materia, aún hay vacíos que permiten severas afectaciones a nuestro patrimonio.
Identificamos que en nuestro país no existe ley alguna que nos proteja como indígenas en la creación de nuestras artesanías, que son productos originarios de una comunidad o pueblo con costumbres significativas y únicas.
El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías ha definido a ellas como un objeto o producto de la identidad cultural, comunitaria, hechos por proceso manuales continuos auxiliados por implementos rudimentarios y alguna función mecánica que aligera ciertas tareas.
La apropiación y el dominio de las materias primas nativas hace que los productos artesanales tengan una identidad comunitaria destinados para el uso doméstico, ceremonial, ornato, vestuario, o como implemento de trabajo.
Queda con ello claro que las artesanías no son simples objetos, sino que están impregnadas de una historia y de la cosmovisión, de tal suerte que encierran toda una forma de vida y una historia.
Por las consideraciones expuestas propuse con fundamento en los artículos 71 fracción primera, 76, 77, 78 y del reglamento de la Cámara de Diputados, iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma la fracción Décimo Novena, recorriéndose las subsecuentes del artículo 2° de la Ley de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, a fin de que dicha instancia tenga como una de sus funciones proponer y promover las medidas que se requieran para proteger los trabajos artesanales de las comunidades indígenas que carecen de registro ante las instituciones correspondientes.
Con ello se pretende evitar la usurpación de las obras artesanales de nuestros pueblos indígenas. No podemos permitir que personas o empresas se adjudiquen como suyas las creaciones que ancestralmente hemos hecho y utilizado los indígenas mexicanos.
Estamos convencidos que se requiere un marco normativo que proteja la producción artesanal y folclórica de los pueblos indígenas. Esa es nuestra responsabilidad como legisladores.
Necesitamos construir una cultura de respeto, tanto a sus derechos individuales, como a los que adquieren como miembros de una comunidad, y propiciar el reconocimiento nacional e internacional de sus productos originarios.
De esta manera, lograremos su reconocimiento, su inclusión y su crecimiento económico. Dotarlos de certeza jurídica e impedir el robo de su cultura y tradición con fines lucrativos, es un acto de justicia.
Tenemos una deuda con nuestros indígenas. ¿Quién de nosotros no ha adquirido un producto artesanal sin asombrarnos de lo que las manos maravillosas de nuestros indígenas crean? Tenemos que defenderlos y este es el momento de apoyarlos.