*Ya mero la hacíamos en el Congreso
Es necesario reflexionar sobre lo que representa o no representa este Sistema Nacional Anticorrupción que fue aprobada en ambas Cámaras y ya por el Constituyente, no creo que nos haga salir laureados como ha dicho el senador Ríos Piter.
Y lo dijimos en la Cámara de Diputados cuando se discutió, que sufrió la suerte de casi todas las reformas estructurales, que es aquella de todo es perfectible, ya merito llegamos, ya merito podemos hacer lo que este país necesita.
En efecto, esta iniciativa crea el Sistema Nacional Anticorrupción que fortalece en lo individual a la Secretaría de la Función Pública, a un tribunal de cuentas y a la Auditoría Superior de la Federación.
También crea el Sistema Nacional de Combate a la Corrupción, como un mecanismo de coordinación de las instancias competentes, pero tiene grandes faltantes, y debemos de partir del principio de que la corrupción es tan grave porque la impunidad existe.
Es decir, los actos de corrupción no serían tan cínicos, ni tan abiertos, como de los que ya se han hablado en el Congreso, si no existiera la certeza de que en este país no pasa nada, y sigue sin pasar absolutamente nada.
Es decir, la impunidad es lo que genera la corrupción en este país, y como consecuencia, una falta de estado de derecho que parece que sirve para algunos, pero no para todos.
Y en los casos que se han discutido en el Congreso, como el de todos los partidos políticos, duelen, porque realmente son un ejemplo de actos de corrupción que duelen también al país.
¿Qué es lo que falta? Los métodos de denuncia no son los adecuados.