*Dinero al campo sin fines políticos
El presupuesto destinado para las actividades del campo se debe distribuir sin fines políticos y sin corrupción, porque solo así se podrán atender las necesidades de los campesinos, elevar la producción agropecuaria y garantizar el rescate del campo.
Por ello se debe reflexionar y ser honestos para que los encargados de entregar el presupuesto en los tres niveles de gobierno dejen de verlo como un negocio de grupo o de intereses empresariales, a fin de considerarlo como un elemento de desarrollo del país.
Con ese interés hemos analizado los Anexos 10 y 11 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), referentes al Programa Especial Concurrente (PEC) para el Desarrollo Rural Sustentable, los avances en el ejercicio presupuestal en el presente año y las perspectivas para el 2015.
El presente y el futuro del campo nacional no es sólo responsabilidad de los productores que viven en las áreas rurales. Es y debe ser un esfuerzo del gobierno federal para diseñar políticas públicas que garanticen una mayor y mejor distribución de los recursos aprobados por la Cámara de Diputados en el Presupuesto de Egresos para el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable.
Reconocemos la buena planeación técnica del presupuesto federal, pero los proyectos productivos campesinos, pese a tener el estudio técnico respectivo, no se ejecutan por carecer de recursos, a causa de la falta de voluntad política para cumplir los lineamientos del gasto público.
El reparto presupuestal no es exclusivo de un partido político o de una corriente ideológica; en todos los gobiernos se distribuyen los recursos de manera política y ese es el daño que le han hecho a los campesinos mexicanos.
Las principales demandas rurales son la reducción del número de programas en el PEC, la revisión de sus reglas de operación para facilitar el acceso a los apoyos, la coordinación institucional y concurrencia de acciones para la atención integral del agro.