*Ignorancia y miedo enmarcan escasez de donadores

Un trasplante  de órganos significa una oportunidad invaluable para pacientes con enfermedades irreversibles y por ello urge fomentar la cultura de la donación que salvaría la vida de más de 19 mil personas en el país.

Los mexicanos se enfrentan a una tasa anual de donantes de apenas 3.6 por cada millón de habitantes, resultado de creencias religiosas o tabúes, desconfianza en el uso de órganos y temores a la cirugía.

El obstáculo mayúsculo que debe erradicarse es el desconocimiento por parte de la población sobre esta práctica médica, sus riesgos y repercusiones a la calidad de vida del donante.

Urge acelerar el proceso de aceptación de la donación, porque miles de pacientes con insuficiencia renal, cardiaca y hepática, diabetes, enfisema pulmonar o disfunción de algún tejido, ven lejana la posibilidad de salvar y mejorar su calidad de vida ante la dificultad de conseguir un donante de riñón, corazón, pulmón, páncreas, hígado o córneas, principalmente.

Lo cual es inadmisible si se piensa que cada año, mueren 380 mil personas que podrían ser candidatas para donar, y de las cuales sólo mil 587 llegan a serlo, según datos del Centro Nacional de Trasplantes.

Por ello invitamos a los gobiernos federal y estatales a implementar mecanismos, como el adoptado en el estado de Chiapas, en el que se incluye en las licencias de conducir la especificación si se es donador o no.

Incentivemos en la ciudadanía su voluntad por participar como donador, fomentemos su solidaridad, pero, sobre todo, informemos a la población sobre los procedimientos que deben seguirse en caso de querer participar, pues un solo donador puede salvar la vida de más de ocho personas.