*Riesgo de terremoto en Guerrero y DF
La zona de la “brecha de Guerrero” no ha tenido sismos significativos en los últimos cien años, por lo que la posibilidad de un terremoto es particularmente importante para Guerrero y la Ciudad de México.
El último de los grandes sismos en el noroeste de Guerrero, frente a las costas de Acapulco, fue de 7.6 grados en el año de 1908; la zona está almacenando energía que podría liberarse en el futuro.
Por lo anterior propongo un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Gobernación, para que a través de la Coordinación General de Protección Civil, la Dirección General de Protección Civil y el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred), mejoren la difusión de los avisos de alerta sísmica y apoye la instalación de sistemas mediante el uso de receptores económicos de las señales del Sistema de Alerta Sísmica (SAS).
Asimismo, la ampliación de la cobertura y aplicación de dicho sistema hacia las costas de Colima, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Chiapas.
Un gran sismo en Guerrero produciría ondas sísmicas que viajarían rápidamente hacia la capital y puesto que la ciudad está construida sobre yacimientos blandos y saturados con agua que amplifican la energía sísmica, los resultados serían catastróficos.
Por ello es muy importante proseguir con la vigilancia sísmica, tanto por parte del Gobierno Federal, como los gobiernos estatales, e implementen de manera inmediata el Programa de Alerta Sísmica y el mantenimiento que se da a los sismógrafos en toda la República.
La Ciudad de México ha sufrido los efectos de los terremotos que ocurren en Guerrero. Por esta razón es indispensable estimular las actividades de diseño y aplicación de procedimientos de prevención, con campañas continuas de información pública sobre el riesgo sísmico, típico de esta región, de manera similar a las campañas que se difunden sobre problemas de salud.
El SAS inició su servicio público desde 1993, por lo que los habitantes de la Ciudad de México han obtenido un conocimiento empírico sobre su existencia, fallas y aciertos. Es conveniente señalar el peligro sísmico para estimular la práctica regular de simulacros y mejorar el aprovechamiento de los avisos de ese sistema de alerta.