*Impunidad y salario digno, grandes pendientes

En México existen grandes pendientes que deben resolverse de manera urgente, como establecer reglas que castiguen la corrupción, generar mejores expectativas de crecimiento económico y fomentar el acceso a la justicia.

En lo que va de la LXII Legislatura ha mantenido una constancia de trabajo y búsqueda de consensos entre todas las fuerzas políticas, no sólo para aprobar reformas enviadas por el Ejecutivo, sino para procesar un sinnúmero de temas impulsados por los propios legisladores y los grupos parlamentarios.

En estas más de 200 sesiones, la Cámara de Diputados discutió temas de la mayor importancia para el país. Hemos dado los instrumentos necesarios al Poder Ejecutivo para generar desarrollo y competitividad tanto a nivel nacional, como internacional.

No obstante, nuestro país tiene actualmente claroscuros que lastiman e indignan a gran parte de la sociedad; casos en los que se exonera a políticos señalados en su momento por actos de enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias.

Mientras que por otro lado se determina avalar un raquítico aumento al salario mínimo, que en los hechos representa nada ante la inminente alza de precios de los productos básicos y la volatilidad financiera mundial que afecta severamente al país.

Por ello instamos a todas las fuerzas políticas a revisar profundamente y con seriedad qué es lo que está pasando en el país. Hacer un alto en el camino y cambiar el paradigma actual que ha quedado rebasado por muchas circunstancias.

Temas como la seguridad, el combate a la pobreza, el acceso a la justicia, el castigo a quien cometa actos de corrupción, han sido atendidos de manera incorrecta o poco eficaz.

Ante esto insistimos en que es momento de hacer un alto en el camino y poner nuevamente en el centro de la preocupación a los ciudadanos y el acceso a sus derechos elementales, de manera que puedan ser sujetos activos en la toma de decisiones.

Urge retomar nuestro punto de partida: Al ciudadano, volver a hacerlo el fin de todos los propósitos y las preocupaciones y no el medio para satisfacer fines políticos o electorales del ejercicio del poder. Que el ciudadano sea el centro de nuestra preocupación y posteriormente replantear los mecanismos de entendimiento entre la sociedad.

Hoy vivimos en nuestro país situaciones muy complejas, que nos llaman a ser responsables, a construir antes que destruir, a sumar antes que restar.

Por tanto, reiteramos la convocatoria a todas las fuerzas políticas, actores sociales, instituciones de educación, organizaciones civiles, para sumar esfuerzos, voluntades.

Es momento de construir una agenda común con el más amplio consenso posible para hacer los cambios que se requieren y afrontar las desgracias que acontecen en el país.