En un momento de transformación de las instituciones judiciales mexicanas, y pese a los acontecimientos dolorosos relacionados con la delincuencia organizada, maltrato a las personas y violaciones de derechos humanos, la Judicatura Nacional está apostando por un Estado de derecho y la aplicación de la Constitución, afirmó el Ministro José Ramón Cossío Díaz.

“A pesar de los acontecimientos que estamos teniendo en el país, a veces muy dolorosos en términos de delincuencia organizada, maltrato a las personas, de violaciones a los derechos humanos, la Judicatura Nacional está apostando por un Estado de derecho, por una aplicación de la Constitución”, aseveró al clausurar los trabajos del Primer Congreso Internacional, “Judicatura y Constitución” en el Instituto de la Judicatura Federal.

Acompañado del Consejero de la Judicatura Federal, Manuel Ernesto Saloma Vera, con quien integra la Comisión Organizadora del Poder Judicial de la Federación para los Festejos del Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y del Magistrado Julio César Vázquez Mellado García, director del Instituto de la Judicatura Federal, el Ministro destacó que las actividades para celebrar el Centenario de la Carta Magna, como este congreso, no deben tener sólo un carácter histórico, sino ayudar a comprender los retos que plantea la realidad a los sistemas de impartición de justicia.

“Muchos de esos temas también son comunes a todos nuestros países, desafortunadamente. Temas de delincuencia, temas de control de algunos órganos del Estado, temas de necesidad de construir derechos humanos y cultura democrática, por señalar solamente algunos de ellos”, precisó.

Por ello, consideró que la Comisión del Festejo de la Constitución debe no sólo revisar lo que ocurrió a lo largo del siglo XX, sino sobre todo entender que la Constitución es un documento vivo, “es un documento que sirve de referente o debiera servir de referente a todas las fuerzas políticas, a todas las fuerzas sociales económicas y tratar de darle este entendimiento”.

El Congreso, dijo, cumplió con los objetivos de reflexionar sobre “qué estamos entendiendo hoy en día por interpretación constitucional, qué es lo que estamos haciendo como jueces, cuáles son los problemas que se nos presentan, dónde podemos incidir o dónde no podemos incidir en los trabajos de un legislador democrático”.

También fue un asunto central, enfatizó, reflexionar sobre las escuelas judiciales, “sencillamente porque ahí estamos formando nuestros nuevos juzgadores, qué modelo de juez queremos, qué modelo de concurso judicial debemos aplicar, qué tipo de herramientas analíticas, qué tipo de transformación debemos darle a nuestros jueces”.

El Ministro Cossío Díaz aseguró que este intercambio de experiencias con representantes de otros órdenes jurídicos es de gran importancia para reflexionar sobre la transición hacia un nuevo sistema de justicia penal que enfrenta el país, a un año de que entre en vigor, y los retos que se derivan de esa transformación.

“Es importante no solo tratar de ver nuestros problemas desde nuestra óptica, sino iluminarlos con la mayor cantidad de ángulos, con la mayor cantidad de métodos, la mayor cantidad de perspectivas posibles para poderlos atender”, aseveró ante jueces, magistrados y especialistas de Brasil, Colombia, República Dominicana, Uruguay, Argentina, Canadá, Estados Unidos y República Dominicana.

En su intervención, el Consejero Saloma Vera manifestó que el Congreso fue una invaluable oportunidad para “caminar con un paso firme hacia la justicia del siglo XXI”, pues permitió analizar perspectivas de cómo funciona la Judicatura Nacional e Internacional a la luz de la interpretación de los jueces constitucionales: “establecer las normas, la posición y la postura propia de lo que concebimos ahora como derechos humanos y cuál es la actuación de los operadores”.