*Obligados a impartir justicia con prontitud

Comienza la segunda década del Siglo XXI y estamos aprovechando las tecnologías de la información y comunicación para dar una nueva definición a la garantía consagrada en el Artículo 17 Constitucional, que nos obliga como juzgadores de este Tribunal, a impartir justicia a todos los mexicanos de la manera más rápida posible.

Esto es importante, porque un juicio en materia fiscal y administrativa implica detener los recursos monetarios que están en litigio. Al día de hoy, considerando sólo nuestros juicios apreciables en numerario, que suman un 65 por ciento de nuestro inventario, se encuentran controvertidos poco más de 300 mil millones de pesos.

Mientras más dilata un juicio, mayor es el tiempo en que deja de aprovecharse la riqueza, tanto por los particulares, como por el Estado, en beneficio de todos los mexicanos.

Por eso, considero que los juicios largos en materia fiscal y administrativa son un mal negocio para México. En eso, trasciende el juicio en línea, cuya característica principal es la de ser un bien público.

Se trata de un proyecto de todo el Estado mexicano al que se suma el nuevo juicio en vía sumaria que dará celeridad a nuestras resoluciones, manteniendo su calidad, reconocida desde siempre por la sociedad.

En efecto, a partir de las reformas a las leyes orgánicas y adjetivas del Tribunal, que impulsó usted, señor Presidente, fue como dio inicio este proyecto, que es ya una realidad.

En él participó también el Poder Legislativo, que dio cauce a estas reformas, y participó también el Poder Judicial, que desde el principio vio con buenos ojos esta idea y aportó, a través del Fondo Jurica, parte de los recursos para su implementación.

Lo anterior es muestra de lo importante que es el derecho en las decisiones de Estado. Es una muestra del ánimo del Poder Ejecutivo de la Unión de mantener a México a la vanguardia en materia de impartición de justicia.

Sabemos que el juicio en línea deberá irse ajustando a las necesidades de los propios usuarios y del mismo Tribunal, ya que, como cualquier producto de la tecnología, es susceptible de perfeccionamiento.

Aún así, México puede sentirse orgulloso de ser pionero en tener un juicio que se desahoga de principio a fin a través del Internet, y puede sentirse orgulloso de ser ejemplo para otras naciones que están interesadas en seguir el sendero que se ha trazado.