*Obama nos debe una explicación

El gobierno del presidente Barack Obama queda debiendo a México una explicación precisa, clara y específica de la verdadera intención del operativo denominado “Rápido y Furioso”.

Toda la clase política en México se encuentra molesta por las maniobras de Estados Unidos en nuestro país.

Sin duda, el intervencionismo del gobierno norteamericano en México no es sólo revelación de los cables de Wikileaks, ahora tenemos más evidencias porque de manera unilateral, los norteamericanos decidieron llevar a cabo una operación riesgosa para detectar a traficantes de armas en México, según ellos.

De no haber sido por las revelaciones del agente de la ATF, John Dodson, donde descubre que por más de un año la agencia norteamericana “permitió”, sin el conocimiento ni la autorización del gobierno mexicano, la entrada de miles de armas de asalto a nuestro país, nunca se hubiera descubierto el operativo.

El escándalo que provocó la operación “Rápido y Furioso” pone en entredicho la falta de entendimiento entre México y Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado, y pone en duda si el embajador Carlos Pascual continuará operando en nuestro país.

El operativo fue un rotundo fracaso y yo no creo que la Secretaria de Seguridad Nacional norteamericana, Janet Reno, nunca fue informada, porque entonces es evidente que al interior de su oficina existe “fuego amigo”, lo que perjudica la relación bilateral.

Por ello urgimos al presidente Felipe Calderón a promover reuniones de trabajo con el gobierno de Estados Unidos, orientadas a analizar el flujo ilegal y masivo de armamento de alto calibre hacia México e implementar  medidas que refuercen la vigilancia en las aduanas, así como la infraestructura fronteriza, con el fin de evitar el tráfico ilegal de armas.