*Banxico debe velar por el país y no solo por la inflación

Propongo reformar el artículo 2º de la Ley del Banco de México, con el objetivo de que se le agregue a sus objetivos, velar por el crecimiento económico del país y no solamente busque controlar la inflación.

Para este propósito Banxico debe establecer un flujo monetario y crediticio, independiente de las variables externas y dependiente mayoritariamente de las decisiones nacionales de política monetaria.

Con esta reforma se podrían hacer emisiones primarias de dinero para los proyectos productivos que necesita el país y ser un agente económico nacional; además, permitiría establecer un avance real de recuperación y crecimiento económico, necesarios para el país.

Recordemos que desde 1971 el tipo de cambio de dólar respecto a otras divisas y a monedas locales quedó desregulado y al vaivén de los principales flujos mundiales de dinero ficticio, que controla un grupo de banqueros y gente de otras partes del mundo occidental.

Debemos resaltar la publicación en el país de una lista de bancos globales que por años han venido cometiendo fraudes con la manipulación del tipo de cambio, entre ellos HSBC y Citigroup, que operan en el país.

Una consecuencia grave del colapso de las paridades es la apertura indiscriminada para que los bancos privados estén permanentemente creando nuevas formas de dinero, pero sin respaldo alguno y generando, indiscriminadamente, cuantiosos volúmenes de dinero ficticio.

Considero que la crisis actual tiene características sistémicas y no cíclicas, como lo afirman algunos funcionarios públicos, y así se refleja en las economías emergentes, como lo es la de México.

Este proceso de creación de montañas de valores ficticios ha desplazado a los bancos centrales como las instituciones principales de emisión de dinero y les ha reasignado funciones de administradores de la cantidad de circulante monetario de la economía por su cualidad única de impresor de monedas y billetes.

El Banco de México ha seguido la ruta globalizadora de manera radical y desde 1994 se convirtió en un ente autónomo, con el fin de ser un regulador de la cantidad de circulante, por lo que en ese momento se le quita la responsabilidad para emitir dinero para la producción o para la expansión de la economía.

Además, se le condiciona para que las reservas internacionales no sean útiles para la reactivación del mercado interno, eliminando así el poder motriz de crédito en la economía.

Bajo estas condiciones se consolida la reconversión de la economía nacional en una economía dependiente de variables externas, como el peso del petróleo y la economía estadounidense.

Por ello el Banco de México debe proveer a la economía del país de moneda nacional y en la consecución de esta finalidad tendrá como objetivos prioritarios: procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, promover el sano desarrollo del sistema financiero, propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos y proveer de los recursos de emisión primaria de dinero, en forma de crédito, a las instancias que se designen para el crecimiento económico nacional según los Proyectos Estratégicos del  Plan Nacional de Desarrollo de cada sexenio, de acuerdo a solicitud expresa del Presidente de la República.