*Mientras se compre el voto no debe haber reelección
Presenté una iniciativa para reformar los artículos 59, 115 y 116 de la Constitución para que se derogue esta posibilidad que, a decir del senador, genera diversos inconvenientes para el sistema político electoral, así como inconformidad por parte de los ciudadanos.
El fundamento de mi propuesta es que con la reforma político electoral de 2014 se introdujeron temas de gran relevancia para la vida democrática como las candidaturas independientes, la iniciativa ciudadana en materia legislativa y la consulta ciudadana.
Sin embargo, la introducción de la figura de reelección consecutiva no resulta un cambio fundamental que abone al mejoramiento de los procesos electorales y a la consolidación de la vida democrática del país.
Hay razonamientos de mayor consideración para no haber incluido en la Constitución la reelección o elección consecutiva de legisladores federales, estatales, presidentes municipales, regidores y síndicos.
Ante la percepción negativa que tiene la sociedad sobre la situación económica y política del país, se genera un notorio desacuerdo y rechazo de la mayoría de los ciudadanos.
Además, seguimos siendo testigos de situaciones en cada proceso electoral en las que se violenta el ejercicio libre y secreto del voto.
Entre las desventajas que trae la reelección consecutiva está el estancamiento nocivo de elites en el poder, la corrupción y el debilitamiento de la clase política.
La reelección y la supuesta profesionalización de los congresistas sólo ha servido para perpetuarse en el Poder; la reelección inmediata de los parlamentarios no garantiza su profesionalización, pero tal vez sí que una pequeña elite se asuma como depositaria del manejo legislativo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda de 2013 de Parametría, siete de cada 10 mexicanos se manifestaron en contra de permitir que los diputados federales y senadores pudieran reelegirse de forma inmediata y sólo el 26 por ciento se manifestó a favor.
La democracia en nuestro país requiere del impulso de propuestas que fortalezcan la representación política y plural en los Congresos federal y de las entidades para legislar a favor de los intereses mayoritarios de la población.