*Porque no reducir el impuesto a bebidas azucaradas

En relación al impuesto a la bebidas saborizadas con azúcares añadidos, la evidencia internacional ha demostrado que el funcionamiento de estas herramientas es más efectiva si se definen esquemas complementarios, en los que también se incentive el consumo de alimentos saludables, de ahí que se deban ampliar las políticas públicas enfocadas en la información que debe tener el consumidor.

La Fundación Mexicana para la Salud, A.C. indica que el consumo de las bebidas azucaradas se redujo 6 por ciento entre la población en general y de 12 por ciento en diciembre de 2014, pero en el tercil de mexicanos con menores ingresos (la tercera parte del total), el consumo descendió hasta 9 por ciento en el año y 17 por ciento en diciembre, por su parte, el consumo de agua embotellada aumentó 4 por ciento.

En el 2014 la SHCP recaudó $18 mil 255 millones de pesos por concepto del IEPS a bebidas azucaradas sumado a $13 mil 285 millones del IEPS a alimentos no básicos con alta densidad calórica, sumando una cifra de $31 mil 540 millones de pesos, la cual se encuentra muy por debajo (26.5% y 33%) de lo que se gasta hoy en día en prevenir y atender los problemas que genera el consumo de estas bebidas y alimentos este costo representa el 60-78% del presupuesto asignado al sector salud en 2014, el cual es de $130 mil 264 millones de pesos.

Desde un principio el objeto de esta iniciativa era incrementar la disponibilidad de agua potable entre la población, sin embargo, estudios recientes indican que tres de cada cuatro escuelas beneficiadas con recursos del Programa de la Reforma Educativa (PRE) para mejorar su infraestructura, dependiente de la SEP,  continúan sin agua corriente.

De acuerdo con la base de datos del PRE, en total, hay 23 mil 147 planteles que recibieron recursos para mejorar su infraestructura, de las cuales 17 mil 312, es decir el 74.7 por ciento no contaban con agua corriente ya sea porque carecen del servicio o el agua les llega a través de pipas. El avance del programa indica que al cierre del ciclo escolar 2014-2015, sólo mil 539 escuelas “aseguraron y mejoraron el suministro de agua” de los planteles.