*Modificar el Código Civil Federal
Proponemos modificar el Código Civil Federal, con la finalidad de establecer que el trabajo doméstico, incluido el cuidado de los hijos, sea considerado dentro de las contribuciones económicas para el sostenimiento del hogar.
Las tareas domésticas tradicionalmente han sido consideradas como una obligación relegada al género femenino, sin otorgarles la importancia que merecen como aportación a la economía del hogar.
Según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor económico de las labores domésticas y de cuidados no remunerados respecto del Producto Interno Bruto nacional es del 24.2 por ciento.
Esta cantidad representa un porcentaje mucho mayor del PIB que el de otras actividades como las manufactureras o el comercio, lo cual nos muestra que las mujeres y hombres que la realizan en realidad están llevando a cabo una labor de suma relevancia para la economía, la sociedad y muy particularmente para su familia.
Cifras de la OCDE indican que las mujeres mexicanas dedican 373 minutos cada día a diversas actividades del hogar, más de tres veces que los 113 minutos destinados por los hombres.
La participación de las mujeres en trabajos del hogar tiene un valor de 47 mil 400 millones de pesos, mientras que la de los hombres sólo alcanza los 16 mil 900 millones de pesos.
Lo anterior sucede como consecuencia de una sociedad que por años ubicó a las mujeres en el espacio doméstico y a los hombres en las actividades públicas, lo que generó situaciones de desigualdad que persisten en la actualidad.
A pesar de que los patrones en el empleo del tiempo de mujeres y hombres parecen estar acercándose, existen diferencias significativas como el empleo del tiempo dedicado a las aficiones, porque culturalmente el cuidado de los hijos y el hogar siguen siendo trabajos femeninos.
Las políticas públicas son en su mayoría acciones encaminadas a responder a una imagen familiar compuesta por el padre proveedor, la mujer ama de casa, hijas e hijos; sesgo que persiste en las acciones de gobierno y que es negativo para el género femenino.
Esa visión no facilita el ingreso de las mujeres y su permanencia en el mercado de trabajo, pues ignora las responsabilidades que los hombres necesariamente habrán de asumir en el hogar ante los nuevos roles sociales.
Por ello mi propuesta busca dar respuesta a las necesidades inmediatas de transformación al modelo del cuidado y trabajo del hogar, que tradicionalmente ha sido asignado a las mujeres pero que en las condiciones de la economía actual resulta ya obsoleto.