*Derecho humano educación sexual

Es necesario reformar el artículo 7 de la Ley General de Educación, con el fin de establecer como obligación del Estado fomentar y promover la educación sexual integral, desde la perspectiva de los derechos humanos.

En concordancia con la reforma constitucional en derechos humanos, aprobada en junio de 2011, el derecho a una educación sexual integral debe ser incorporado a los planes de trabajo de los organismos descentralizados y de los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios.

Pese a la anterior implementación de un modelo de educación sexual, aún se registran altos porcentajes de embarazos en adolescentes y de acuerdo con expertos en el tema, el problema aumentará si no se atiende la insuficiencia en materia de educación sexual.

Además no hay disponibilidad de métodos anticonceptivos, tampoco presupuesto para que los maestros se capaciten en la materia, y a esto se suma la posición de gobiernos locales que obstaculizan la implementación de las políticas públicas.

Por ello presenté una iniciativa para que el plan de educación sexual integral sea concebido con pleno respeto a los valores de una sociedad plural y democrática, en la que se incluyan aspectos étnicos, biológicos, emocionales, culturales, de género y de preferencias sexuales.

La falta de información y conocimiento sobre cómo ejercer una sexualidad responsable, vuelve vulnerables a los adolescentes y jóvenes frente a la coacción; además de que los expone al riesgo de contraer enfermedades venéreas y embarazos no deseados.

Es preocupante que entre las adolescentes de 15 a 19 años, el número de nacimientos por cada mil mujeres es de 77 y a esta edad el embarazo no sólo representa un problema de salud para la madre y su producto, sino que además tiene una repercusión económica para la madre, que implica menores oportunidades educativas o el abandono total de sus estudios.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica de 2014, de las adolescentes de 15 a 19 años que declararon tener una vida sexual activa, 44.9 por ciento no usaron un método anticonceptivo durante su primera relación sexual; en las jóvenes de 25 a 29 años esta proporción aumenta a 54.4 por ciento.

Actualmente existen más adolescentes y jóvenes de entre los 10 y 24 años de edad que en toda la historia de México. Por ello, representa un problema el hecho de que en los últimos dos años la fecundidad en adolescentes haya repuntado en 18.7 por ciento del total de los nacimientos.

Otro dato que demuestra la falta de información entre los jóvenes, es que el rango de los 15 a 29 años concentra 41.5 por ciento de los casos diagnosticados de VIH y Sida durante 2013.

Considero que las escuelas pueden funcionar como centros de apoyo social, ya que representan establecimientos confiables, capaces de vincular a niños, padres y comunidades con los servicios de salud; además de que se debe asegurar que la información sexual sea impartida por maestros especializados.

Es oportuno incorporar el derecho a la educación sexual integral desde una perspectiva de los derechos humanos en el artículo 7 de la Ley General de Educación, como un medio para que las niñas, niños y adolescentes desarrollen todas sus capacidades, potencialidades y ejerzan de forma responsable sus derechos sexuales y reproductivos.