*Se habla de democracia y nada se cumple
En la campaña presidencial de 2012 hubo un asunto que fue objeto del mayor debate político nacional.
Todos recordamos lo que ocurrió en la Universidad Iberoamericana cuando se presentó el candidato Enrique Peña Nieto, y a raíz de eso él sacó un manifiesto que se “llamó Por una Presidencia Democrática”, en donde se comprometió a crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento de acceso ciudadano a la información.
Este mismo compromiso lo reiteró en su discurso de toma de posesión, de protesta constitucional el primero de diciembre.
Sin embargo, a la fecha este compromiso que es fundamental para la democracia y la rendición de cuentas sigue sin cumplirse, entonces estamos presentando un punto de acuerdo para que se exhorte, por lo pronto, al Ejecutivo federal y a los Ejecutivos de los estados a que por razones de ética política y de cumplimiento de lo que establece el artículo 134 de la Constitución, pues no utilicen los recursos públicos con estos fines.
Segundo, para que las iniciativas que ya existen sobre publicidad gubernamental, hay una iniciativa que presentamos senadores del PAN y senadores del PRD, sea dictaminada en las comisiones y cumpla con este, exijamos que se cumpla con este compromiso.
Y tercero, para que exhortemos a las legislaturas locales para aprobar la reforma política en donde se contiene un punto sobre la publicidad gubernamental.
Me parece que mientras no resolvamos este tema podemos estar hablando mucho de democracia y de rendición de cuentas, pero estamos haciendo exactamente lo contrario.
Yo no conozco ningún régimen político-democrático en donde para sostener la imagen del gobierno se tenga que gastar lo que se gasta en México.
Y no conozco ningún sistema de rendición de cuentas donde la rendición de cuentas se aproveche exactamente para lo contrario, para la propaganda a favor de los funcionarios públicos.