*Entre desconfianzas, México avanza
Los políticos debemos estar a la altura de los cambios que impulsa nuestra sociedad. Hoy ante la gente, la clase política aparece distante y genera desconfianza.
Actitud conservadora de algunos servidores públicos se resiste a la transparencia y el combate a la corrupción.
Para un efectivo desarrollo de nuestra sociedad, la política debe estar a la altura de los cambios, aspiraciones y motivos que ésta enarbola; es también compromiso de quienes ejercemos un cargo público de representación acompañar las transformaciones de la gente.
Actualmente, ante la sociedad, el político aparece cada día más distante y ajeno, por lo tanto, sujeto de desconfianza y de reservas.
Uno de los cambios más significativos de la sociedad se ha dado en materia de derechos políticos.
La participación electoral, el ejercicio del voto, la exigencia de cuentas a los gobernantes, su rechazo a la corrupción y a la impunidad, así lo demuestran.
Sin embargo, en contraposición a este avance social, hay una actitud conservadora de una parte de la clase política que se resiste a la transparencia, al combate a la corrupción, a la eliminación de la impunidad y a las reglas de juego democrático.
Las consecuencias de las discrepancias entre sociedad y clase política se reflejan en la ruptura de los canales de comunicación, servidores públicos distantes y ajenos a las demandas de la gente, lo cual merma la credibilidad y lastima las acciones que la política realiza en representación de la población.
El desenlace de esta situación lleva a escenarios complicados. En un extremo, puede presentarse la apatía social y, en el otro, la posibilidad de un rompimiento social aumenta.
La ciudadanía ha transformado su manera de comunicarse, de interactuar y convivir. La sociedad se ha transformado en materia de tolerancia, hemos evolucionado además en el tema de transparencia.
Con las resistencias de algunos de los grupos más conservadores, en cada vez más entidades existe respeto a las preferencias sexuales o a la libertad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo.
Ha habido evolución en materia de libertad de expresión, e incluso los medios tradicionales como periódicos, televisión abierta y revistas han experimentado esa pluralidad.
Además, las redes sociales son las herramientas que las personas con acceso a Internet -en México una de cada tres- expresan sus opiniones independientemente de los medios de comunicación tradicionales.