Mucho han promocionado desde la Secretaría de Desarrollo Social que comanda la ex perredista Rosario Robles Berlanga, un programa que dicta hasta la saciedad el hambre.
No se puede estar mandando ese mensaje al mundo, en el sentido de que en México se muere la gente por hambre, cuando lo negro y fatídico de nuestra realidad social es de marginación y corrupción.
Lo hemos dicho y lo reiteramos, esa cruzada nacional contra el hambre no le sirve al país y advertimos que solo dejará saldo negativo al sexenio que casi acaba de comenzar.
Cuestión de reflexionar lo que días antes de que se pusiera en marcha ese programa, le dijo el senador Isidro Pedraza a la titular de Sedesol: “No se ha definido una estrategia puntual para este programa, sigue estando mezclado con otros objetivos y no ha desparecido la duda de la estrategia electoral y el clientelismo político que se pudiera estar sembrando.
“Yo presido la Comisión de Autosuficiencia Alimentaria, la hemos buscado para platicar y ni el teléfono contesta, yo creo que la soberbia de un secretario de Estado no se resuelve con el desdén la problemática que tenemos.
“El problema del hambre en este país no es desde una plataforma como la que usted prepara. Tengo aquí en mis manos un paquete de galletas de lo que firmaron con la Pepsi Cola y estas empresas que establece usted que son parte de los programas para el combate al hambre y este paquete de galletas no aporta más que 4.2 gramos de valor proteínico a lo que firmaron ahí.
“Si en los objetivos de la cruzada contra el hambre queremos ver la nutrición de nuestra sociedad, tiene que ser puntualmente en ese sentido que tenemos que abordar y entonces llamarla a que convoque a los productores nacionales, no a las trasnacionales que han envenenado con el refresco la salud de los mexicanos, a que se sumen a este combate contra el hambre”.
Y vaya que tiene razón el senador y de ahí que insistamos en que está a tiempo, señor Presidente.