No pasaron muchas horas de que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto anunció un multimillonario reajuste a la baja en el presupuesto que se está ejerciendo en el presente año, cuando salió a la luz pública información de la gran vida que se dan los funcionarios de alto nivel.
Como es sabido por todo el mundo, el derrumbe de los precios del petróleo le pegó con fuerza a las finanzas de México y esto obligó al gobierno a reducir 130 mil millones de pesos al gasto programado para todo el 2016.
Pero solo tres días después la agencia alemana de noticias Reuters se apresuró a publicar lo que tres funcionarios de la Secretaría de la Función Pública confesaron a uno de sus reporteros, respecto a la gran vida que se dan con dinero del pueblo mexicano.
Caviar, champán y salmón ahumado consumen todos los días en Londres, país donde realizan alguna actividad oficial. Esto es grave para el gobierno de Peña Nieto y tal parece que nadie de Los Pinos asimila el efecto social que se inyecta.
El escenario económico que vive el país está generando una descomposición que se debe detener, porque anunciar austeridad comiendo caviar solo produce peligrosa incredibilidad social.