Aunque Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno capitalino, pregona ser el impulsor de la Reforma Política para la Ciudad de México, al parecer no ha tenido tiempo de leerla o analizar su consecuencia si es aprobada.

La deuda del Distrito Federal sigue al alza y se está convirtiendo en una loza para los capitalinos, son poco más de 66 mil 881 millones de pesos y al aprobarse la reforma, recibiría el mismo trato que los estados del país con mayores niveles de endeudamiento; en otras palabras, están en riesgo las finanzas de la capital.

El presupuesto para el Distrito Federal es cercano a los 168 mil millones de pesos para el 2015 y la deuda directa e indirecta representó cerca del 55% de los ingresos totales, lo que provocó recortes presupuestales para las actividades del mantenimiento de la infraestructura de la ciudad, programas sociales entre otras prioridades.

Así, el tema de la deuda del Distrito Federal no está en la agenda de Miguel Ángel Mancera, mucho menos pensar en acciones para disminuirla en los próximos años, tampoco existe en la agenda el cómo impacta en los capitalinos la no aplicación de los recursos económicos destinados a la ciudad y que estos se vayan al pago de intereses, el indicador de la pobreza subió tres puntos porcentuales y hasta el momento no es tema que preocupe a Mancera.

Por ello consideramos que es momento de reflexionar el rumbo que está tomando la ciudad de México, capital del país, porque se puede estar fraguando un cambio de lo que el ciudadano está ignorante y también vale la pena reflexionar quién está atrás de este empresario propiedad de los restaurantes Los Bisquets de Obregón.