La voracidad de los fraccionadores urbanos en la ciudad de México no tiene límites y al contar con la complicidad del gobierno local, han arrasado con la zona boscosa de Tlalpan y el Ajusco, denunció Angélica Chacón.
En su calidad de secretaria de Ecología del Partido Verde Ecologista de México en el Distrito Federal, dijo que “sabemos que el cambio climático avanza y es indispensable tomar toda clase de acciones para combatir su efecto en el medio ambiente”.
Añadió que lo que está ocurriendo en Tlalpan y el Ajusco es claro ejemplo de que los fraccionadores cuentan con toda clase de complicidades oficiales para desaparecer con asentamientos irregulares las pocas zonas boscosas que le quedan a la capital del país.
“Esos grupos logran el reconocimiento y registro oficial después de años de existencia de su invasión y terminan por obtener la regularización formal y con ello cada vez avanza más la mancha urbana”, acusó.
Explicó que cifras oficiales indican que en el caso del suelo de conservación, éste ocupa 87 mil 310 hectáreas del territorio de la Ciudad de México, es decir el 59 por ciento es suelo protegido, pero estos datos distan mucho de la realidad. “El Ajusco es sólo un ejemplo de lo que se ve en toda la capital del país”, subrayó.
Aseguró Chacón que para el Partido Verde del DF es indispensable que el gobierno capitalino impulse programas de participación social que generen recursos económicos y se destinen a la preservación de zonas naturales protegidas.
Señaló que de acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, (Conanp) la zona centro del país tiene calificadas en esa categoría dos reservas y un parque nacional (reserva Tehuacán-Cuicatlán, reserva de Sierra Gorda y Parque Iztaccihuatl-Popocatépetl).
Por ello hizo un llamado a la Secretaría de Medio Ambiente del DF para que ponga en marcha proyectos con actividades acordes al plan de manejo de estas zonas, enfocados a la conservación y aprovechamiento sustentable de las áreas naturales protegidas, actividades que incluyan la participación de la población para contribuir a la concientización de la misma y así evitar que la mancha urbana se extienda.