Guillermo Gazal, presidente de Procentrhico, A.C. Empresarios y Comerciantes Unidos para la Protección del Centro Histórico, alertó que el comercio ambulante se ha apoderado de la Ciudad de México y el control de los espacios se pelea incluso a balazos.

Acusó directamente de este fenómeno social al Secretario de Gobierno capitalino, Héctor Serrano y al delegado en la Cuauhtémoc, Alejandro Fernández Ramírez, por otorgar permisos sin ningún control para la realización de las verbenas de fin de año, poniendo en riesgo a las personas que de buena fe acuden a realizar sus compras.

Guillermo Gazal exigió al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, poner un alto a esta situación, porque el crecimiento del comercio informal se ha salido por completo de control con la complicidad de estos funcionarios, argumentó.

Caso concreto y reciente, recordó lo que sucedió durante la verbena del Día Reyes en el cruce de la calle de Manuel Doblado y Joaquín Herrera, en pleno corazón de Tepito, donde dos bandos se pelaron los espacios y relucieron las armas con el resultado de una niña y un policía lesionados.

Aseguró que no se contó con los suficientes elementos de la policía para cuidar la integridad de los compradores y visitantes, razón por la cual los líderes se aprovecharon y comenzaron a disputarse todos los espacios, ya sea a golpes o balazos, como ocurrió durante la madrugada de ayer.

Afirmó que esta situación obedece a que los líderes de ambulantes se encuentran protegidos por Héctor Serrano, por eso incluso portan armas de fuego, como lo demuestran los lamentables hechos ocurridos.

Indicó que las constantes riñas que hubo en las verbenas de fin de año son una alerta de lo que puede ocurrir en cualquier momento, porque los lideres de ambulantes demuestran nuevamente que no saben cumplir acuerdos, al disputarse espacios que se supone ya había sido asignados por el gobierno capitalino.

Además, exigió que se ponga un alto a los líderes que se sienten protegidos por el Gobierno del Distrito Federal, porque de no hacerlo, en poco tiempo muchas calles que ya había sido recuperadas para la convivencia pública, volverán a convertirse en tianguis, como ya lo son las salidas del Metro y muchas calles de varias zonas de la Ciudad de México.