Guillermo Pimentel Balderas
Diputados locales del PRD solicitaron al Instituto de Verificación Administrativa del DF (INVEA) y a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), realizar operativos de inspección en embotelladoras y purificadoras de agua en el Distrito Federal, a efecto de garantizar la potabilidad del líquido y la salud de quienes lo consumen.
Esthela Damián, Daniel Ordóñez y Efraín Morales, demandaron a ambas dependencias, local y federal, respectivamente, proceder a la clausura de aquellos establecimientos que no cumplan con las normas de sanidad y pongan en riesgo la salud de las personas, en especial los que cuentan con el giro de purificadoras, envasadoras y venta de agua.
Esto, debido a que el agua embotellada es el negocio de mayor crecimiento en México con un valor aproximado de 50 mil millones de pesos, y en la Ciudad de México se calcula que diariamente se consumen 500 mil garrafones de 20 litros.
Precisaron que el consumo se ha disparado, alcanzando una cifra promedio en el Distrito Federal de 391 litros por persona al año, siendo Iztapalapa, con 95.49 por ciento, la que encabeza la lista de delegaciones.
Además, revelaron que de acuerdo a investigaciones realizadas por expertos en el tema, la tercera parte del mercado de agua embotellada es cubierta por una industria pirata de la purificación, con establecimientos que en apariencia, están registrados por la Secretaría de Salud, pero sin reportar con qué calidad de agua rellenan los garrafones en todas las delegaciones.
Al respecto, urgieron a supervisar que las condiciones de higiene sean las adecuadas, tanto en las instalaciones como con el personal que ahí labora, por ejemplo, que los trabajadores usen uniforme, cofia, cubre boca, botas y guantes de látex.
También, que las áreas de lavado, desinfectado, llenado y sellado de garrafones estén separadas y cuenten con filtros adecuados que permitan que el agua no lleve materia orgánica a su depósito final, y que sea apta para consumo humano.
Los legisladores perredistas aseguraron que aquellos sitios donde no se cumplan las normas deberán ser cerrados, para evitar daño en la salud de los consumidores.
Coincidieron en que lo conveniente es comprar agua embotellada en establecimientos del comercio formal, revisar las botellas a la luz y verificar que no contengan materia visible.
Asimismo, exhortaron a la población a reciclar los envases para otros usos y destruirlos con el fin de evitar que sean rellenados y expedidos como un producto original.
Hicieron énfasis en que la realización de los operativos de inspección por parte del INVEA y PROFECO a embotelladoras y purificadoras de agua, cobra mayor relevancia tras conocerse los resultados que arrojó la encuesta sobre consumo y percepción del agua en hogares del Distrito Federal 2011, realizada por los investigadores de la UAM Oscar Monroy y Delia Montero.
El estudio concluyó que mientras los capitalinos destinan en pago por el recibo del suministro 3 mil 400 millones de pesos anuales, en garrafones y botellas gastan 4 mil 600 millones de pesos en el año, lo cual ha contribuido a que el país sea considerado el consumidor número uno de agua embotellada en el mundo.