Sr. Marcelo Ebrard Casaubon
Jefe del gobierno del Distrito Federal
P r e s e n t e
Como recordará la madrugada del pasado once de mayo de dos mil once, mi esposo Isaac Chinedu Nwachukwu, de forma cobarde y prepotente, fue asaltado y golpeado por elementos de la policía preventiva y auxiliar, debido a las lesiones que le originaron estos cobardes elementos policiacos, que lejos de proporcionarle seguridad, como ciudadano lo trataron de la manera más vil y artera con que podría tratarse a una persona; cobardes, que bajo el escudo de la autoridad que los rebiste, abusaron de su autoridad y le ocasionaron golpes a tal grado que mi esposo en su desesperación por alcanzarlos cruzo calzada de san Antonio Abad y al perder el conocimiento un vehículo que circulaba a alta velocidad le quitó la vida, siendo yo testigo triste del deceso de mi esposo.
Durante este tiempo, no sólo he sido víctima por la muerte de mi esposo, sino además de las trabas que ponen nuestras autoridades al tratar de dar solución a mi denuncia que como ciudadana tengo derecho, que como madre exijo y pido que se investigue y se castigue a este tipo de criminales, que han sido nombrados auxiliares de la autoridad para salvaguardar la vida e integridad de ciudadanos como usted y como yo habitan en esta urbe. he sido testigo de la mala actuación de un agente del ministerio público, que al parecer no sabe los pasos a seguir en la integración de una averiguación previa, pues al 23 de mayo de este año, tuvo que esperar a recibir instrucciones directas del subprocurador que frente a mi le indicó los oficios que tenía que solicitar a diversas dependencias; asimismo, pude ver a un subprocurador que no tiene el valor de ponerme a la vista un video… y que finalmente puso al conocimiento de los medios y de la sociedad… ya que al presentarme al lugar en donde se llevaría a cabo la rueda de prensa decidió cancelarla por temor a la vergüenza social al presentar ante la sociedad y los medios de comunicación un video incompleto, y que para desfortuna de esa autoridad sólo mostraron lo evidente, que mi esposo si fue víctima de estos policías, rateros, corruptos, faltos de valor y abusadores de la fuerza pública.
Señor jefe del gobierno capitalino, quizá ahora si pueda usted contestar la pregunta que Amarachi Nwachukwu Castillo, una niña de 6 años, me hizo al acudir al funeral de mi esposo ¿mami porque mataron los policías a mi papi? esa es su percepción! considero que usted es la persona más indicada como jefe de gobierno en esta capital, para darle una respuesta a mi hija, quien no tuvo más opción que poner su frente sobre el ataúd de mi esposo y sin derramar una lagrima guardo silencio.
Le pregunté y lo vuelvo hacer ¿qué hubiera pasado, si no se hubiera tratado de mi hija? si no de algún hijo o hija suyo; o del procurador de justicia del Distrito Federal; o del agente del ministerio público; o del policía auxiliar que señaló haber estado en ese lugar para proporcionar el auxilio a mi esposo o del policía preventivo que de manera infame robo y golpeo a Isaac, usted es la única persona que puede contestar y de verdad, sigo esperando su respuesta, que seguramente como la ocasión pasada no dará.
hoy sigo exigiendo justicia para Isaac quien en vida fue un hombre que sufrió el abuso por parte de autoridades de mi ciudad en repetidas ocasiones, no sólo en esta ciudad, también en los diferentes estados de la república al transitar por algunas calles, avenidas a bordo de autobuses y demás servicios públicos de autotransporte; soy una mujer exige justicia. si no mal recuerda, el pasado 26 de mayo en la reunión que sostuvimos con usted mi compañero Wilner Metelus, mi hermano Javier Castillo Zavala y su servidora, se comprometió a llevar este asunto en sus manos para llegar a su pronta resolución, han pasado ya casi 6 meses y sigo esperando justicia.
Incluso hicimos una huelga de hambre recuerda?... con el fin de que las autoridades pusieran a disposición del juez a los policías auxiliares que tripulaban la patrulla 73003, quienes a dicho de usted debíamos tener plena certeza y confianza de que los tenían localizables para el momento en que fueran requeridos por un juez penal, lo cual sucedió y aproximadamente el 28 de junio; y ya vio lo que pasó, el procurador capitalino nos salió con la barbaridad de que no sabían en donde estaban, se habían dado a la fuga, claro que eso no pasó así, ellos fueron resguardados por la secretaría de seguridad pública hasta que un juez les otorgara un amparo ¿de qué lado está justicia en esta ciudad?… en fin días, semanas y meses han pasado, y la familia Nwachukwu sigue esperando la tan nombrada justicia de la cual usted habló, incluso nos trataron como terroristas, al no permitir el paso de los medios de comunicación a la junta con su h. gabinete de seguridad.
hoy le puedo decir, que no sólo hemos sido víctimas por parte de las autoridades, sino han llegado a tal punto en que ya no puedo presentar a una testigo la cual era para mí pieza clave en este asunto, toda vez que ha sido presionada, intimidada y golpeada a fin de evitar su presencia ante el juez 65 de lo penal, para que rinda su declaración, se ha ido de la ciudad por ser víctima de los constantes atropellos de los policías; no sólo eso, se han presentado diversas personas fuera de mi domicilio… mejor dicho del domicilio de mis padres porque nosotros quedamos sin casa, sin trabajo y sin nada… a tomarme fotografías cuando estoy en compañía de mi hija al regresar de la escuela; ahora veo patrullas en todo mi camino lo cual no sucedía antes, me preguntó si será mera casualidad o quizá otra forma de intimidarme por parte de la secretaría de seguridad pública; incluso recibo constantes llamadas intimidatorias y la gota que derrama el vaso, el día martes 4 de octubre del año en curso, mi compañero lance George Brown, fue detenido por oficiales del instituto nacional de migración como muestra de represalia por parte del gobierno por la oposición que manifestó en el caso de mi esposo Isaac Chinedu Nwachukwu el pasado once de mayo.
Señor jefe de gobierno del Distrito Federal ¿hasta dónde hemos llegado? ¿Qué ha pasado con nuestras autoridades? ¿En qué ciudad vivimos? en qué ciudad crecen mis hijos, sus hijos, sus hermanos, nuestros amigos, nuestra familia, quién puede explicarnos ¿cómo hemos llegado a esta situación?
Sin embargo, pido justicia por un hombre que ya no está, que murió a consecuencia de la paliza que le proporcionaron elementos policiacos de esta ciudad, de un video que contiene imágenes que no mienten, que hablan por si solas y en las cuales se advierte que fueron producidas por elementos de seguridad de esta ciudad capital, que aunque pretendieron editarlas, no pudieron quitar de esas imágenes la verdad de lo que esa noche sucedió y que su gobierno no ha querido poner a la luz pública.
No sólo estoy aquí para exigir justicia por Isaac Chinedu Nwachukwu, exijo justicia por todos los ciudadanos nacionales y extranjeros que en manos de nuestras autoridades capitalinas han sufrido y sufren abusos, robos, golpes, revisiones de rutina, discriminación, extorsión por parte de nuestras autoridades sólo por ser o venir de un lugar diferente; los cuales, con todo respeto se atreven a vivir en nuestra “ciudad de la esperanza”…
¿Está usted seguro de que quiere ser Presidente? Con esto cómo lo logrará, pasando sobre los ciudadanos que si bien somos requeridos a emitir nuestro voto, también somos ignorados al momento de exigir nuestros derechos.
Por tanto, solicito a usted una solución pronta a mi petición ya que ni el proceso ni las investigaciones en los desgloses formados y que están a cargo de la procuraduría de justicia capitalina tienen una solución, sin otro particular quedo a sus órdenes.
A t e n t a m e n t e
Distrito Federal, octubre 7 de 2011.
C. Liduvina Castillo Zavala