Por reformar la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para “congelar” el incremento mensual a los precios de las gasolinas y diesel, se pronunció el diputado local perredista Víctor Hugo Lobo Román.
En su calidad de presidente de la Comisión Especial para el Estudio y Análisis de las Finanzas Públicas, expuso: “El Congreso de la Unión y la clase política del país no pueden cerrar los ojos ante las exigencias de millones de industriales, productores agropecuarios, transportistas y ciudadanos en general que sufren a diario por el elevado precio de los combustibles”.
Además, el legislador del partido del sol azteca argumentó que la actual política de incrementos periódicos al precio de los combustibles resulta contraria al interés de las mayorías, limita nuestra capacidad de crecimiento e impide la generación de oportunidades de desarrollo y bienestar.
“México es un país productor de petróleo y de ninguna forma existe justificación para que los precios de las gasolinas y el diesel se encuentren en niveles similares o superiores a los que existen en países que no son productores importantes de hidrocarburos.
“De hecho, el valor de nuestras exportaciones de hidrocarburos debería ayudar a compensar el aumento a los combustibles. Lo cierto es que no podemos seguir dependiendo del exterior en materia de combustibles, de la misma forma en que no podemos posponer la búsqueda de soluciones a problemas económicos que afectan al país”, apuntó.
La realidad –dijo el diputado Lobo Román- es que los constantes incrementos en el precio de los combustibles tienen un impacto generalizado en todos los sectores de la economía que afecta sobre todo a las personas de menores ingresos, que en México son la mayoría de la población.
Sostuvo que los ingresos petroleros representan más del 30 por ciento de la recaudación fiscal federal, donde Petróleos Mexicanos (Pemex) paga alrededor del 70 por ciento de contribuciones sobre sus ingresos totales.
Lobo Román advirtió que los incrementos que se realizan cada mes desde diciembre de 2009 a los precios de las gasolinas y el diesel, han incidido directamente en el poder adquisitivo de los trabajadores, quienes se han visto forzados a destinar los aumentos salariales al pago de combustibles.
Con base en datos del “Análisis de los precios del subsidio a las gasolinas y el diesen en México 2007-2011”, elaborado por la Cámara de Diputados, mencionó que los aumentos al salario mínimo únicamente han cubierto una parte del encarecimiento de los combustibles, cuyo aumento ha provocado un alza generalizada en los precios de otros bienes y servicios.
Mientras que en 2007 un trabajador pagaba 332.40 pesos por 40 litros de gasolina, en diciembre del 2011 el gasto fue de 423.60 pesos, es decir, que el costo de los combustibles se incrementó poco más de 27 por ciento, señaló el diputado Lobo Román.
La propuesta con punto de acuerdo fue turnada para su análisis y discusión a la Comisión Especial para el Análisis y Estudio de las Finanzas Públicas.