Guillermo Pimentel Balderas

La zona metropolitana se integra por un conjunto de personas y relaciones productivas que visiones miopes de la política no han comprendido, señaló el Presidente de la Comisión de Desarrollo Metropolitano de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal,  Fernando Zárate Salgado.

Aseguró que el Reglamento de Tránsito es incongruente, desproporcionado e insensible a la realidad del Valle de México. “Es mal precedente para la constitución de la Ciudad de México, que debe ser integracionista”, advierte.

Además, afirmó que este nuevo Reglamento que entro en vigor apenas unos días, es inconstitucional en varios aspectos e indicó que ante el tránsito cotidiano de millones de personas y vehículos provenientes de los estados de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos y Querétaro, principalmente, era imprescindible que el gobierno de esta ciudad mantuviera la coordinación con las autoridades de esas entidades para unificar medidas ambientales, administrativas y de control, encaminadas a facilitar el movimiento de personas y mercancías.

La realidad que se vive desde finales del siglo pasado en la Zona Metropolitana del Valle de México exige que las políticas públicas sean planteadas con una visión integracionista, que estimule las actividades económicas, educativas, sociales y recreativas de todos sus habitantes y no que se apliquen medidas recaudatorias para el beneficio de unos cuantos gobernantes e intereses transitorios, manifestó el legislador.

Los factores económicos, sociales y ambientales que impactan en la Ciudad de México van más allá de sus límites geográficos, por lo que no es posible ni conveniente plantear una política urbana y/o de movilidad reducida al territorio del Distrito Federal.

La zona metropolitana se integra por un conjunto de personas y relaciones productivas que visiones miopes de la política no han comprendido.

Para quienes cruzan la zona conurbada del Valle de México, el Reglamento resulta inoperante e incongruente, pues con tan sólo trasponer el límite estatal se puede evitar una sanción o incurrir en una infracción. Esta es la realidad constante para el transporte público de pasajeros y para quienes viven en una entidad y se trasladan a otra a fin de trabajar, estudiar o por cualquier otra razón, ya que en el Estado de México tendrán sus multas y aquí otras, manifestó Fernando Zárate.

Supuestamente las autoridades de la Ciudad de México debieron coordinarse. No lo hicieron y ahora ¿cómo pretenden controlar al transporte público del Edomex que recoge gente en el Distrito Federal? Esto es un ejemplo de Incongruencia e insensibilidad derivada de la falta de conocimiento de la realidad. Adicionalmente, muchas sanciones del reglamento son desproporcionadas e inconstitucionales en varios aspectos.

El Reglamento de Tránsito es una norma pensada para Berlín, con una realidad de Calcuta, con altísimas sanciones que llevarán al extremo la relación entre autoridades y ciudadanos hasta contradecir principios jurídicos que pueden llevar a conflictos sociales y legales, o en el mejor de los casos a que la norma sea incumplida por estar ajena a la realidad. Y ello obedecerá a la falta de planeación, coordinación y --.sobre todo-- de una visión integral del problema de movilidad, expuso el presidente de la Comisión de Desarrollo Metropolitano de la ALDF.

Advirtió que si la constitución que se creará en el marco de la reforma política del DF tiene una visión metropolitana –como debe ser--, el gobierno de la Ciudad de México ya empezó mal, al haber generado un reglamento de tránsito localista y no integracionista.