Por Perla García Ramírez
Asambleístas del PAN y PRD se levantaron contra el Jefe de Gobierno capitalino Marcelo Ebrard Casaubón, manifestaron su postura contra la nueva Reforma Electoral que no modifica algún problema, pues al contrario, dicen que obstaculiza la creación de nuevos partidos políticos.
Ante las diversas acusaciones que se generaron ante el pleno del recinto legislativo, parece que el mandatario capitalino se encuentra acorralado pues la diputación local de su propio partido son los principales actores políticos en desfavorecer la modificación a la Reforma Electoral.
“Son reformas que limitan y constriñen el avance democrático, y en los hechos favorece las pretensiones regresivas y autoritarias de quienes la impulsan, hace dos meses el jefe de gobierno capitalino llamaba a derrotar la “Ley Peña”, sin pensar que esta Asamblea Legislativa después aprobaría la “Ley Ebrard”, los hechos nos dan la razón, porque se da un golpe a la vida democrática de la ciudad” acusó el perredista Horacio Martínez Mesa.
Además diputados locales del sol azteca dicen que al crear la llamada “Mal Reforma Electoral” es consiguiente del miedo que muestra el mandatario de la capital como en su momento lo hizo el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, cuando creó su Reforma Electoral para desaparecer la candidatura común.
Por su parte, los panistas dijeron que “nunca” estuvieron de acuerdo con el nuevo Código Electoral y que aunque corrige inconsistencias jurídicas, las leyes son exageradas, dicen que estas tienen que ser generales, y no con dedicatoria para bloquear disidencias internas.
Los blanquiazules añadieron que los temas pendientes dentro del Código Electoral que regirá las elecciones del 2012 son la segunda vuelta para elegir al Jefe de Gobierno del DF.
“La propuesta que hacemos es que sea el IEDF y no la ALDF el que con plena autonomía y objetividad defina los distritos electorales de la Ciudad de México, a fin de alejar cualquier criterio partidista de la elección”, dijo el panista Carlo Pizano.
Los asambleístas afirmaron que va a ser más sencillo conformar un Partido Político Nacional que un local y que el jefe de Gobierno capitalino lo manejó con fines espurios.