Por Pedro Flores

Que lejanos están aquellos días en que el PRIDF era un verdadero bastión del tricolor con gente como Manuel Aguilera, Enrique Jackson, que fue el último que ganó "carro completo", al que vemos ahora con presidentes como Jorge Schiaffino, que no ha querido decir nunca quien le dio la orden de cambiar la ruta de Luis Donaldo Colosio y que éste fuera a Lomas Taurinas, con los resultados ya conocidos o Jaime Aguilar Álvarez, a quien se le hizo "bolas el engrudo" con Cuauhtémoc Gutiérrez.

Estamos conscientes que a raíz de Ernesto Zedillo y su "sana distancia", allá por 1997, cuando además en contra del DF se conjugaron tres fenómenos, las muertes de Miguel Moreno, Secretario de Transporte y Vialidad del DF, la del Polo Uscanga y el fenómeno Cárdenas.

Ante esta situación y la falta de apoyo del "Piporro", Oscar Espinoza, el PRI mandó a contender a un personaje del Estado de México Alfredo del Mazo, quien hizo su esfuerzo pero tenía un problema enfrente, desconocía el DF y los resultados no se hicieron esperar, el PRD obtuvo el 48 % de la votación, el PRI el 26 y el PAN con el último ideólogo blanquiazul y maestro de Felipe Calderón, Carlos Castillo Peraza, el 16%.

La situación se agravaba, Roberto Campa Cifrián, quien era presidente del PRIDF y quien en alguna ocasión siendo funcionario de la delegación Iztapalapa, desconoció una orden de la Suprema Corte, renunció, supliéndolo un ilustre desconocido llamado Fernando de Garay, quien mantuvo una política de errores y displicencia que acabó de hundir al partido en la capital al enviar para contender al "Diamante Negro", Jesús Silva Herzog, ex secretario de Hacienda, quien contendería con Santiago Creel, por el PAN, y AMLO  por el PRD, pasando a ser la tercera fuerza política, aunado a otra derrota a nivel nacional al perder Francisco Labastida con Vicente Fox.

De ahí en adelante el PRIDF se ha convertido en un "elefante blanco" que no ha tenido la capacidad ni los recursos y menos el liderazgo para volver a ser el bastión que fue durante muchos años.

Esta situación la aprovechó  Cuauhtémoc Gutiérrez, hijo de Rafael Gutiérrez Moreno, quien ganara fama como “El rey de la basura” y así avanzo como diputado suplente en el 26 distrito en la época de Carlos Sansores Pérez.

Cuauhtémoc, ante la inoperancia de los actuales líderes que han colocado en el PRIDF, se ha apoderado prácticamente del mismo, y quiere ser nombrado presidente acudiendo al viejo adagio maquiavelista de que "el fin justifica los medios".

Recientemente, cuando se estaban registrando planillas, una en especial la de la llamada "Tercera Vía", encabezada por Jaime del Rio, Manuel Jiménez Guzmán y Rosario Guerra, llegó con motociclistas y personal cercano a él como es el diputado Israel Betanzos y agredió a los presentes.

A Rosario Guerra le tuvieron que dar 13 puntadas en la cabeza y tiene una costilla fracturada; Jorge Cervantes, representante de Tláhuac, está muy grave y hubo 15 heridos que originó que fueran atendidos en los servicios de emergencia, bueno hasta el notario 142 del DF Daniel Luna Ramos que estaba ahí para certificar los registros, fue agredido.

Estamos conscientes de que el PAN prácticamente esta nulo en el DF,

que las divisiones en PRD lo han hecho perder mucha, pero mucha fuerza y que el PRI se encuentra ante la posibilidad de reposicionarse, pero ¿perderá una oportunidad más de hacerlo, al soportar este tipo de acciones de una persona que ha criticado severamente a su líder nacional al que todo el tricolor está apoyando en estos momentos?... Ya veremos.