Por Salvador Flores Llamas
A diario surgen cuestiones espinosas para los principales partidos políticos en el pre arranque la contienda electoral, que afectarán a la presidencial, la gran manzana de la discordia.
Por lo pronto, al PRI se le complicó el nombramiento del candidato a jefe de gobierno del DF y al parecer no podrá imponer a Beatriz Paredes como candidata al gobierno capitalino, porque Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, líder de los pepenadores, desea registrarse y disputarle esa posición.
Diputado federal, controla el remanente de la estructura priísta citadina, el Comité directivo, la Comisión de Procesos Internos y la mitad de la bancada en la Asamblea Legislativa; quiere lanzarse a jefe de gobierno y obligar al PRI a celebrar una elección abierta.
En el CEN creían poder realizar una convención de delegados para ungir por dedazo a Beatriz, que negoció la posición con Peña Nieto y acaba de recibir un espaldarazo público de éste en Tlaxcala, su tierra, a la que gobernó.
Accedió el CEN convocar a una elección abierta, pero con candados para evitar que las huestes del rey de la basura consumen tropelías, como el 19 de noviembre en el registro de planillas para el Consejo Político local.
Ese día el diputado local Cristian Vargas y su gente, famoso por agresor, hirió severamente a la ex diputada Rosario Guerra, cabeza de la planilla blanca, y la mandó al hospital.
Víctor Carrillo, presidente de la comisión de Procesos Internos del PRI-DF, y gente de Cuauhtémoc, ignoró la agresión. Pero el CEN ya no permitirá otras
En la convocatoria de elección abierta para el DF, el CEN dispuso que “ante casos fortuitos o de fuerza mayor que amenacen o alteren el desarrollo del proceso, el presidente de la Comisión Nacional de Procesos Internos, con el acuerdo del presidente del CEN, tomará las medidas urgentes que permitan garantizar la unidad y fortaleza del partido”.
Quien tomaría esas “medidas urgentes” en caso de un desaguisado, sería el senador Jesús Murillo Karam, jefe de la Comisión Nacional de Procesos Internos, que, como delegado del CEN en el DF, fue víctima de Cuauhtémoc y Cía.
Otra medida anti Cuauhtémoc es que el registro de precandidatos podrá hacerse en la Comisión Nacional de Procesos Internos y en la local; eso evitará que Beatriz sea agredida, como Rosario Guerra, al ir a registrarse. Aun así, todavía podría cometer más trastadas Cuauhtémoc.
El sábado 11 se sabrá si éste se registra y el PRI corre el riesgo de que sea su candidato al DF un personaje de mala fama, con dotes de canalla y de quien hay fuertes indicios de que recibe dinero y es quinta columna de Ebrard dentro del PRI, pues son amigos desde que ambos eran priístas.
Como que no vale el riesgo de hacer una elección abierta, que le costaría mucho dinero al tricolor, porque no tiene estructura partidista en el DF, ya que lo despojó de ella el PRD cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la capital en 1997, y la pieza clave del despojo fue René Bejarano, cuyo debut político apoyaron Camacho Solís de regente del DF y Marcelo, su operador político.