Eliminar el pago de la tenencia vehicular afectará las finanzas de la Ciudad de México, ya que se dejarían de recaudar por ese concepto, 542 millones 435 mil 84 pesos por impuesto sobre tenencia o uso vehicular; 5,074 millones por actos de coordinación derivados del acuerdo de colaboración administrativa, y; 921 millones 617 mil 135 pesos por participaciones sobre el impuesto de autos nuevos. Es decir, en total 6 mil 534 millones 447 mil 206 pesosque equivalen al subsidio del pasaje del metro, el cual tiene un costo real de 9 pesos.
Así lo manifestó el diputado Erasto Ensástiga, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública quien sostuvo que lejos de eliminarse el impuesto por el uso del vehículo, éste debe convertirse en un impuesto local con fines ambientalistas, que además de cubrir el subsidio del pasaje del metro para sostenerlo en 3 pesos y no en 9 que es su costo real, estos recursos recaudados se orienten además a propiciar una cultura racional del uso del auto particular.
Al manifestar su rechazo a la desaparición de dicho pago en el Distrito Federal, el legislador señaló que además, adoptar esa medida llevaría a estimular la compra de carros particulares y es muy probable que las calles y avenidas del Distrito Federal se saturen aún más a partir del año entrante, con las consecuencias en el deterioro de la calidad del aire.
Subrayó que con un parque vehicular de 4 millones 200 mil unidades, de las cuales el 92% son carros particulares, la Ciudad de México se enfrenta con un problema cada vez mayor y más complejo para garantizar la movilidad del transporte de todo tipo, mientras que por otra parte, tiene que mantener las vialidades en las mejores condiciones para que el transporte público y privado se traslade con la mayor seguridad posible.
Ensástiga Santiago destacó que si se dejan de percibir los ingresos por el pago de tenencia vehicular, no se tendrían los recursos suficientes para el mantenimiento de vialidades y el sistema de señalización y semáforos se pondría también en riesgo ya que con tales recursos se mantienen en buenas condiciones los 9 mil 200 kilómetros de vialidades y el sistema de semáforos colocados en tres mil 70 intersecciones de la ciudad.
Por ello, dijo, es importante que el cobro por concepto de tenencia siga vigente ya que eliminarlo traerá consecuencias negativas y los esfuerzos que el Gobierno de la Ciudad ha realizado para desestimular el uso del automóvil privado, mediante el incremento del sistema de transporte masivo en sus diferentes modalidades, se verán seriamente amenazados.
En ese sentido, recordó que durante la década de los 80, con los últimos Regentes del Departamento del Distrito Federal, el número de camiones para pasajeros pasó de 15,121 en 1982 a 11 mil 203 en 1986, con una disminución del 2.4 % en promedio anual; mientras que el uso del automóvil particular se incrementó en el mismo periodo en 1.2 % en promedio anual.
No obstante, de 1993 al 2000, el sistema de transporte público comenzó a crecer con nuevas rutas y alternativas de traslado, y el número de automóviles disminuyó su crecimiento al pasar del 3.8 por ciento en promedio anual a menos 2 % en 2002. La calidad del aire también mejoró.
Sin embargo, dijo, aún y cuando el transporte público es cada vez más eficiente, el parque vehicular individual mantiene una tasa de crecimiento aproximadamente del 6 % en los tres últimos años, derivado sin duda de las facilidades que brindan las empresas automotrices para adquirir un automóvil.
Finalmente, indicó que aunque el decreto federal que elimina el pago de tenencia vehicular a partir del primero de enero de 2012 busca impulsar la industria automotriz, a nivel local adoptar esta medida afectará las finanzas de la ciudad de México, por lo que bien vale la pena mantener un esfuerzo para seguir disfrutando una ciudad que crece con el menor trastorno al ambiente y a la convivencia.