Por Guillermo Pimentel Balderas

El Partido Verde Ecologista de México promoverá ante las instancias correspondientes una auditoría general para la administración de Tláhuac que encabezó Rubén Escamilla Salinas, hoy flamante candidato a diputado local por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

En entrevista, Armando Gómez Vega, Delegado Especial del Partido Verde en Tláhuac, dijo que en atención a las quejas de los vecinos de esta demarcación, su partido buscara castigo a las corruptelas del ex funcionario que de acuerdo a los denunciantes “sufrió un súbito enriquecimiento y la Contraloría del DF no proporciona información sobre sus declaraciones patrimoniales”.

Gómez Vega indico que habitantes de Tláhuac reclaman los abusos cometidos por el ex delegado Escamilla Salinas, que dejó en el abandono obras públicas y permitió una gran cantidad de invasiones a zonas verdes. Además, los vecinos consideran que es un descaro por parte del perredista, que ahora quiera ser diputado en la ALDF, cuando no cumplió como Delegado.

Para ejemplificar los casos de incumplimiento, dijo que los vecinos recordaron la reconstrucción de la Secundaria126 “Tláhuizcalli”, que se quedó a medias y el presupuesto destinado a ese fin, desapareció.

Otro caso de la irresponsabilidad del ex delegado, es el desabasto permanente de agua en diversas colonias de la demarcación, como el de la Unidad Villa de los Trabajadores, en donde, incluso, los empleados del Sistema de Aguas de la Ciudad de México les cobraron por las reparaciones.

Gómez Vega expuso que las irregularidades por parte del ex funcionario son muchas y no se deben pasar por alto, considerando que los vecinos aseguran que  al frente de la delegación no hizo nada por evitar la invasión de zonas verdes y humedales, argumentando que no existe legislación.

“En 2009, cuando tomó posesión de su cargo dio a conocer sus 23 compromisos a trabajar durante los tres años de su gestión, pero no cumplió. Por ejemplo, prometió un impuesto ecológico, que implementaría en coordinación de Xochimilco y Milpa Alta, para generar ingresos por la generación de oxígeno y  la generación de agua, sin embargo hizo lo contrario al permitir la invasión de zonas verdes.