La Cámara de Senadores pidió al Gobierno del Distrito Federal un reporte sobre la efectividad de los programas de prevención que ha realizado ante una emergencia sísmica e indique la capacidad de reacción con la que cuenta la autoridad para la atención de los mismos.
De igual forma, le solicitó que exponga los resultados de la revisión de estructuras en los edificios y obras viales existentes en la ciudad.
En caso de no contar con ellos, los senadores pidieron a las autoridades capitalinas que realicen los estudios correspondientes por considerarlos de suma importancia para la seguridad de los habitantes de la Ciudad de México.
A petición de los legisladores, el gobierno de la Ciudad de México deberá dar a conocer y publicar los atlas de riesgos, además de estimular los programas de prevención en caso de sismos.
En el dictamen avalado se señala que el crecimiento desordenado de la población en la Ciudad provoca que diariamente se urbanicen alrededor de 10 mil metros cuadrados, de los cuales sólo en mil 500 metros se cumple con las normas de construcción básicas.
Esto quiere decir, que los restantes ocho mil 500 metros cuadrados se edifican al margen de las normas básicas de seguridad, lo que explicaría la alta posibilidad de colapso ante un evento sísmico superior a los 8.0 grados en la escala de Richter.
Asimismo, se subraya que la población no está capacitada para enfrentar situaciones de emergencia y que el Consejo de Protección Civil no ha sesionado “ni una vez en los últimos 4 meses”.
En el documento también se asegura que la capital no cuenta con recursos propios para enfrentar una emergencia de grandes magnitudes.
Una ciudad con 9.3 millones de habitantes y 5 millones de visitas diarias, carece de programas y capacidad de infraestructura para atender un siniestro telúrico, por lo que los fondos y fideicomisos de Prevención de Desastres son letra muerta, se enfatiza en el texto.