Ante el impacto ecológico que implicaría la construcción del Arco Sur no sólo en su entorno sino para todo el Distrito Federal, el diputado Alejandro Sánchez Camacho entregará este martes en las oficinas del secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Dionisio Pérez Jácome, una carta solicitándole la cancelación del proyecto carretero.
En espera del informe detallado que la ALDF pidió a la dependencia federal sobre la obra, anunció que la cuarta semana de agosto se realizará en este órgano legislativo el Foro “Arco Sur y su impacto ambiental en las zonas rurales del DF”, al que se invitará a especialistas, ecologistas y representantes comunales para que juntos analicen la situación y establezcan una posición clara ante la SCT.
Es urgente conocer de parte de las autoridades federales cuál será el trazo que seguirá la obra y sobre todo saber si el gobierno federal conoce del impacto ambiental que habrá de sufrir la zona de reserva ecológica de la Sierra del Chichinautzin, toda vez que el lugar es de vital importancia debido a que aporta el 30 por ciento del agua que consume el Distrito Federal.
“La construcción de esa obra es un ecocidio para la ciudad, es una atentado contra de los recursos naturales del Distrito Federal y una agresión flagrante en contra de las comunidades rurales de la capital y en particular de Milpa Alta”, subrayó.
El legislador milpaltense aseguró que la construcción del Arco Sur sin la autorización de los núcleos ejidales y comunales de Milpa Alta constituye una flagrante violación a todos los párrafos de la fracción VII del Artículo Segundo Constitucional.
Advirtió que de no frenarse esta intentona por despojar a los pueblos originarios de sus tierras, bosques, aguas y montes, se estará profundizando un conflicto que a la postre habrá de sostenerse a través de la resistencia pacífica y la organización comunal.
El diputado Sánchez Camacho mencionó que hasta donde se ha hecho pública la información, el Gobierno Federal pretende atravesar y literalmente partir en dos la zona, la cual está clasificada como de reserva ecológica, hecho que afectaría de manera importante e irreversible, tanto el equilibrio biológico, las actividades productivas y por su puesto la recarga de los mantos freáticos.
Expuso que mientras tanto los habitantes de la Delegación Milpa Alta, principales afectados por esta decisión, viven en la incertidumbre, pues no saben por donde pasará el “Arco Sur”, qué o cuáles de sus comunidades, serán afectadas y en qué nivel, tampoco les han informado que instancia determinó o bajo qué argumentos jurídicos, construir una carretera de 4 carriles que atravesara sus bosques y tierras comunales y por donde diariamente podrían transitar 30 mil vehículos.
Sostuvo que la SCT simplemente ha decidido unilateralmente comenzar los procesos de licitación lo que representa una flagrante violación al carácter comunal y ejidal de las tierras, así como una agresión y muestra indudable de desprecio por los derechos de los pueblos originarios, no sólo de Milpa Alta sino de la zona sur del DF.
“Hoy como hace tres décadas nuestras tierras vuelven a estar amenazadas por la cerrazón, la ignorancia y la avaricia, hoy como hace tres décadas los pueblos originarios del sur del DF, volveremos a unirnos para luchar de forma pacífica e institucional contra la intentona neoliberal del Gobierno Federal, que bajo su torpe lógica economicista, intenta devastar una de las últimas fronteras de la biodiversidad que aún persisten en la Ciudad de México”.
Subrayó que quienes habitamos la delegación Milpa Alta, no permitiremos que la necedad imponga sus condiciones, las tierras, bosques, aguas y montes de la demarcación son propiedad comunal y ejidal, así como patrimonio de nuestros hijos y todo aquel que se pronuncie a favor de la vida.