La presidenta del Comité de Atención, Orientación y Quejas Ciudadanas de la ALDF, Claudia Elena Águila, manifestó su preocupación por el incremento de las llamadas fiestas privadas, que se realizan en casas-habitación convertidas en antros, a donde acuden cientos de jóvenes.
La legisladora del PRD hizo énfasis en que en este tipo de casas donde organizan las fiestas como un negocio, los menores de edad son aceptados sin ningún tipo de restricción. Agregó que seguramente estos antros podrían convertirse en un nido de venta de drogas.
Las delegaciones, donde más han proliferado este tipo de fiestas son Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Iztacalco, Gustavo A. Madero y Coyoacán, de tal manera que la diputada local lanzó un llamado a las autoridades de las demarcaciones, para que intensifiquen las verificaciones en estas zonas.
Comentó que en este tipo de fiestas, los jóvenes ponen en peligro no sólo su seguridad, sino su salud, ya que las bebidas que ahí se consumen, podrían ser adulteradas y llegan a causar la muerte.
Además, dijo, consumen grandes cantidades de bebidas alcohólicas, ya que no existe ningún tipo de control, al igual que en el horario de cierre de estos domicilios particulares.
Detalló que otro punto es que las casas donde se realizan las fiestas, no están adecuadas con las medidas de seguridad necesarias en caso de emergencia o algún tipo de contingencia, lo que podría llegar a causar un desastre.
Por si fuera poco, insistió, en caso de llegar a ocurrir algún movimiento telúrico, el desenlace seria fatal.
La diputada perredista exigió a las autoridades que refuercen la verificación en los principales focos rojos, como son las cercanías a las preparatorias o bachilleratos, ya que es a este nivel donde son más recurrentes las llamadas “o de perreo”.
Los jóvenes son nuestra prioridad, no permitamos que la falta de seguridad e inspección provoque otro lamentable acontecimiento, señalo Claudia Águila.
“En dichos eventos, donde no hay vigilancia ni limites, se pone en estado de vulnerabilidad a nuestros jóvenes y por qué no decirlo a la sociedad en general, ya que estos jóvenes podrían ser un peligro al volante, al salir en estado de ebriedad o narcotizados y manejar hacia sus destinos.
Cabe mencionar que al ser estas fiestas acondicionadas en casas habitación, los vecinos sufren las consecuencias por el ruido, y las riñas que se presentan.
Hay mucho por hacer, continuó, necesitamos más seguridad en los antros y eliminar las fiestas que se organizan como negocio en casas-habitación. “Sólo con el esfuerzo de las autoridades y el apoyo de la ciudadanía, por medio de la denuncia, podremos lograr que esta situación disminuya”, finalizó.