Ante la tradicional indiferencia de las autoridades, el Distrito Federal ocupa el primer lugar en las entidades del país con mayor degradación física de suelo, debido a la pérdida de la función productiva propiciada por la urbanización de su territorio, denunciaron organizaciones campesinas.
Max Correa Hernández, Secretario General de la Central Campesina Cardenista, dijo que en México, de acuerdo con el Colegio de Postgraduados, se estima que más de 142 millones de hectáreas se encuentran en procesos de degradación física, química y biológica de sus suelos, cifra que implica que en el 71% de la superficie total del país, los suelos tienen algún nivel de degradación. Esta institución calcula que anualmente se degradan 1.4 millones de hectáreas, subrayó.
Precisó que el Distrito Federal ocupa el primer lugar en las entidades del país con mayor degradación física de suelo con un 43.6%, por encima de Tabasco (37.6%), Veracruz (29.4%), Yucatán (18.1%), Campeche (13.6%) y Chiapas (13.5%).
Entrevistado sobre la producción de alimentos en el Distrito Federal, el dirigente de la CCC afirmó que la urbanización se ha convertido en el principal factor de la pérdida de la función productiva de los suelos en las ciudades; en principio, participa con el 3.5 por ciento.
Ante esta situación, reconoció el acuerdo de colaboración entre el Gobierno del Distrito Federal, la Agencia de Promoción, Inversión y Desarrollo para la Ciudad de México (PROCDMX) y la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), para transformar los predios abandonados o subutilizados en huertos urbanos.
El propósito de este acuerdo es transformar, mediante nuevas vocaciones productivas, un predio baldío, bodega o terreno ex industrial, en huertos urbanos de producción agrícola sana e inocua.
Los resultados del censo realizado por PROCDMX en zonas de la ciudad con mayor presencia de espacios subutilizados se encuentran 956 predios, que en conjunto representan casi un millón 706 metros cuadrados (m2), solamente de terreno.
Max Correa Hernández dijo que las autoridades gubernamentales deben emprender acciones para detener la degradación y restaurar el máximo posible los suelos.
El no hacerlo, afirmó, “provocará que los beneficios que se obtienen del uso suelo, principalmente los agrícolas y ganaderos, se vean reducidos, lo que significa que las posibilidades de obtención de alimentos se reduzcan, y desaparezcan las funciones esenciales en el ciclo del agua y, con ello, se limite la recarga de los acuíferos”.
Cuatro delegaciones concentran prácticamente el total de la producción agrícola del Distrito Federal: Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.
Según los datos, 97.4% de la producción de la capital del país corresponde a flores o plantas, tales como la Nochebuena, el geranio o el cempasúchil, mientras el resto se reparte entre nopales y avena, principalmente.
En tanto, cultivos de primera necesidad como maíz, frijol, papa, jitomate o zanahoria son casi inexistentes, concluyó.